Jannik Sinner es pura felicidad: acaba de vencer a Daniil Medvedev para ganar el Abierto de Australia, el primer Grand Slam de su carrera / www.infobae.com

Jannik Sinner hizo saltar de alegría a los aficionados italianos quienes, casi con seguridad, festejaron al grito de “¡forza, Italia!”. El jugador se coronó en el Abierto de Australia, venciendo en la final al ruso Daniil Medvedev. Una final histórica.

Es que se trató de su primer Grand Slam pero, al mismo tiempo, ocurrió en la primera definición sin Federer, Nadal o Djokovic en 19 años. Todo un mensaje. De hecho, en el partido previo, Sinner se deshizo de Djokovic (el único exponente del famoso “big 3″ que aspiraba al título) con asombrosa facilidad. Distinto fue en esta ocasión.

Quien pegó primero fue Medvedev, al ganar los primeros dos sets por 6-3 y 6-3. Todo hacía pensar que se adueñaría de la escena… pero, a la inversa de la semifinal que ganó ante Alexander Zverev, el moscovita sufrió la reacción de su rival: el de San Candido dio vuelta el trámite para llevarse las tres mangas siguientes por 6-4, 6-4 y 6-3.

Merecido premio para Sinner: el número 4 del mundo demostró, a lo largo del torneo, desplegar un juego más sólido, con el plus que mencionamos de vencer al serbio. Fiel a sus últimas declaraciones, Djokovic llegó a Melbourne dispuesto a continuar ganando todo… pero se topó con un rival que lo desbordó como pocas veces en su carrera.

Sinner abre el panorama del circuito, sumándose a la discusión del liderazgo. Si bien no le alcanzó para superar a Medvedev en el 3° puesto del ranking, con rendimientos como el exhibido en Melbourne representa una amenaza para los demás. Lo sufrieron precisamente Medvedev y Djokovic. ¿Alcaraz? Está por debajo de sus posibilidades.