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La escandalosa historia del golpe que la esposa de un tenista le dio al juez de silla

La mujer del extenista estadounidense Jeff Tarango, acostumbrado a las reacciones violentas, se acercó al umpire para pegarle por sus fallos.

Guía de: Tenis

 

El "loco" Jeff Tarango: Su mujer le pegó al umpire en Wimbledon y desató un escándalo / www.puntodebreak.com

El “loco” Jeff Tarango: Su mujer le pegó al umpire en Wimbledon y desató un escándalo / www.puntodebreak.com

Jeffry (Jeff para los amigos, si es que tiene) Tarango fue un tenista estadounidense que jugó en la década de los ’90 y ganó dos torneos ATP en singles y 14 en dobles, aunque fue más conocido por sus ataques de rabia contra los jueces que por su juego.

Por sus reacciones, y solo por ellas, se lo podría comparar con John McEnroe (aquí: uno de sus ataques de ira más famosos), aunque no existen registros en la carrera de “Big Mac” -ni de su mujer- de haber ido lo lejos que fue la esposa de Jeff.

Se disputaba la tercera ronda de Wimbledon de 1995, donde Tarango caía ante el alemán Alexander Mronz por 7-6 (6) y 2-1. Allí fue que el tenista nacido en Manhattan Beach, California, explotó contra el francés Bruno Rebeuh, juez de silla de ese match.

No llegaron a completar el segundo set, porque bastó que Rebeuh cantara como malo un saque de Tarango para que el representativo de los Estados Unidos le dijera que “tú eres el oficial más corrupto en este juego y eso no se hace”.

Un fallo adverso que terminó en una cuestión personal. Como diciendo “no hay lugar para los dos en Wimbledon”. Porque llamó al supervisor del torneo para exigir que expulsaran al umpire. Pero la respuesta no fue la esperada por el jugador.

A esa altura, los abucheos en el All England Lawn Tennis & Croquet Club eran ensordecedores. Y a los silbidos y chiflidos, el ex número 42 del mundo contestó con cara y tono de pocos amigos: “¡Cállense!”. Por las respuestas hacia él mismo y hacia el público, Rebeuh aplicó el reglamento y le quitó un punto.

Punto al que se llegó y no hubo retorno: Tarango guardó la raqueta en el bolso y, cuando se disponía a retirarse, su esposa le aplicó dos cachetazos al juez.

Hace poco veíamos cómo el canadiense Denis Shapovalov le pegaba un pelotazo al umpire durante su partido por Copa Davis ante Gran Bretaña.

Se trató de un rapto de furia, pero el joven tenista de 17 años jamás quiso que la pelota impacte en el ojo del juez. De la señora de Jeff, lamentablemente, no podemos decir lo mismo. Fueron dos bofetadas bien dadas.

Ni el propio jugador, acostumbrado a discutir todo, esperaba una reacción así. Aunque, por otro lado, se ve que se entendían a la perfección. Que eran “el uno para el otro”. Como consecuencia del escándalo, el tenista fue multado con 48 mil dólares y se le prohibió participar en los siguientes dos Grand Slams.

 

 

 

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