Roger Federer hizo una confesión con una sinceridad extrema / www.tennisworldes.com

Rafael Nadal está en boca de todos: El manacorí se llevó el Masters 1000 de Roma, venciendo en la final a Novak Djokovic. Se trata de su 10° trofeo allí y del 36° Masters 1000 en total. De esta manera, llega en óptimas condiciones a Roland Garros.

Y otro tenista que genera gran magnetismo es Roger Federer. El ex número uno del mundo llegó a Ginebra, donde también jugará para prepararse de cara al Grand Slam.

En su caso, lo que causó admiración fue la extrema sinceridad con la que habló en la previa. Sabiendo de su prolongada inactividad entre 2020 y lo que va de 2021, habiendo disputado tan solo un puñado de torneos, el suizo admitió ante la prensa que se encuentra en una posición del ranking incorrecta.

Es que Federer aparece en el 8° lugar gracias al ranking “protegido” y, si bien parecería extraño verlo más allá del top 10, aseguró que “en un principio, sé que debería estar en el número 800, ya que no jugué nada estos meses”. Así comenzó su explicación.

“De todas formas, si mi rodilla y mi forma física no están al 100%, no podré sostenerme ahí para siempre”. Por el contrario, “si consigo estar al 100% y hacerlo bien, entonces significará que soy mejor que el 800°. Lo que sí puedo decir es que en estos dos meses desde Doha he ganado en fuerza, resistencia y flexibilidad, no hubo contratiempos”. 

Además, el ganador de 20 torneos grandes señaló que “no puedo compararme con los logros actuales de los demás, necesito unos 10 partidos para saber dónde estoy. Todavía existen muchas dudas sobre mi estado de forma, y ni siquiera se puede comparar a lo que pasó en 2016. Esta vez vuelvo desde mucho más lejos”.

¿A qué se refirió Roger? A la insólita lesión que sufrió y que él mismo había relatado con mucho sentido del humor: “Me lesioné bañando a mis hijos. No era la manera que buscaba para retirarme de este juego”, dijo recién comenzado el año 2017.