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Murray: Su poco conocido paso por Chile

El actual número cuatro del mundo y nuevo campeón de Wimbledon vino a Chile en 2005, en su época de juveniles, en una gira para intentar mejorar su juego en canchas lentas.

En 2005 Andy Murray era un joven británico de 17 años, que estaba en su último año de juveniles, pero como toda buena estrella ya estaba incursionando en torneos Futuros y Challengers, dejando casi de lado el circuito de menores.

Así en enero de ese año agregó a su calendario dos torneos Challenger en Chile, el de La Serena y el de Santiago, aún cuando su ránking no le daba para entrar al cuadro final. Sus resultados fueron discretos: en ambos torneos no pasó las clasificaciones y en la capital jugó en el cuadro final de dobles, junto a Paul Capdeville, cayendo en primera ronda.

Un viaje largo

Andy Murray

Foto: AFP

Andy Murray jugó dos torneos en Chile durante 2005.

¿Por qué pegarse un viaje tan largo desde Europa a un país lejano, en Sudamérica, para apenas intentar pasar un par de clasificaciones? “Estoy aprendiendo a jugar en arcilla y quise viajar lejos en condiciones muy distintas a las que estoy acostumbrado para aprender mejor”, dijo un tímido británico.

Claro, en enero de 2005 nadie conocía a Murray por ello en la Ciudad Deportiva de Iván Zamorano, donde se jugó en Challenger de Santiago,  el tímido adolescente se paseaba tranquilamente con su bolso por el club sin llamar la atención.

Sin embargo, al revisar sus antecedentes descubrí que era un destacado junior –había ganado el US Open el año anterior- y por ello me pareció más extraño aún que estuviera probando suerte en Challengers tan lejanos y así, al término de un entrenamiento y al borde de la cancha, pude conversar un poco con él para saber de su historia.

“Soy escocés y allá entreno con mi madre que es profesora y por ella empecé a jugar de pequeño”, dijo el jugador que destacaba por su velocidad y espíritu, pero que claramente aún carecía del fortalecimiento físico que vendría en los siguientes años.

Se notaba un tipo sencillo, pero esa decisión dejaba en claro su ambición de ser uno de los mejores del planeta: la mayoría de los tenistas en sus primeros años se apena al máximo a sus canchas preferidas, pero Murray, que además había pasado tiempo entrenando en España, pretendía fortalecerse en canchas lentas para ser más completo.

“Me parece un lindo país con un lindo clima; me costó un poco acostumbrarme a las canchas pero creo que la experiencia ha sido positiva”, comentó el actual número cuatro del planeta.

Todo ese trabajo comenzó a dar frutos más temprano que tarde: Sólo dos meses después se convirtió en el debutante británico más joven de la historia en Copa Davis, y en abril disputó su primer campeonato ATP World Tour, gracias a una invitación en Barcelona, donde entrenaba. Posteriormente llegaría a semifinales en Roland Garros juniors, venciendo entre otros a Juan Martín del Potro, reflejando que su paso por la arcilla chilena no fue en vano.

Lógicamente no todos los juniors tienen los recursos para viajar tan lejos y tomar experiencias de este tipo a temprana edad, pero más allá del dinero, la estrategia de Murray ha dado sus frutos a la larga para transformarlo en parte del Top 4 junto a los gigantes Roger Federer, Rafael Nadal y Novak Djokovic.

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