• Jorge Ducci, ex Guía de Tenis
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La temporada sobre arcilla en Europa no podía empezar de otra manera para Rafael Nadal. Es que por séptimo año consecutivo el número uno del mundo ganó el título en Montecarlo tras vencer en la final 6-4, 7-5 a un luchador David Ferrer.

El Príncipe Alberto II de Mónaco nuevamente tuvo el placer de entregarle el trofeo del torneo al zurdo español, en un campeonato especial por disputarse en el exclusivo principado, donde tantos jugadores tienen su residencia y donde se vive en un ambiente de lujo.

Nadal además tenía sangre en el ojo ya que aún no podía ganar un trofeo este año y, además, venía de dos finales seguidas perdidas ante Novak Djokovic en Indian Wells y Miami, pero en su regreso al polvo de ladrillo no defraudó en Montecarlo, aunque su campaña no fue arrolladora como en otros momentos.

Foto: AFP

Rafael Nadal ganó el fin de semana que pasó el torneo de Montecarlo por séptima vez consecutiva.

Así el mejor tenista del planeta se aseguró aumentar dos marcas que ya había establecido el año pasado: ser el primer tenista en la historia del ATP World Tour en ganar siete títulos seguidos en un torneo, y además festejó su 19ª corona ATP World Tour Masters 1000, sacando dos de ventaja sobre Andre Agassi y Roger Federer entre los líderes históricos.

Además para confirmar que Nadal ya está a la altura de una leyenda en Montecarlo, lleva 37 victorias seguidas en el certamen y un record total de 39-1, siendo su única derrota en tercera ronda de 2003 ante Guillermo Coria.

En su querida arcilla, ahora el zurdo de Mallorca tiene 30 trofeos (44 en total en su carrera) quedando tercero en la historia de los más ganadores de copas en la superficie –junto a Bjorn Borg y Manuel Orantes- buscando ahora los números de Thomas Muster (40) y Guillermo Vilas (45).

Para Ferrer queda en cambio la decepción de desperdiciar una gran chance de ganar por primera vez un título importante en su carrera, ya que llegó a la final sin perder un set e invicto este año en arcilla, tras ganar la copa de Acapulco en febrero. Fue su segunda final de esta categoría luego de perder también ante Nadal el año pasado en Roma, por lo que aún tiene como tarea pendiente una corona de este nivel para una carrera que está en su “segundo tiempo” ya con 29 años.

¿Podrá Nadal repetir el ‘Clay Slam’ que logró el año pasado? El propio jugador dijo que era casi imposible ganar los cuatro torneos grandes en arcilla nuevamente, y este año además se le sumará su participación en Barcelona, que se había saltado el año pasado para tomarse un descanso.

La justificación del español para jugar otra vez este año en España fue que se siente perfecto físicamente y que, además, al defender tantos puntos en el ranking mundial en estos meses que vienen, le viene bien un colchón de puntos para soportar cualquier eventual pérdida que se le presente.

Lo que sí tiene a su favor es que aún para el nivel de Nadal, siempre es complicado pasar de arcilla a cemento en el inicio de la gira de polvo de ladrillo, por lo que debería ir mejorando su nivel con el correr de las semanas, y si su físico lo acompaña, podría derribar otra vez a cada uno de los rivales que se le presenten en su camino en las próximas siete semanas.