Tras quedarse con el título de “Miss 17”, Claudia Conserva a sus 16 años fue entrevistada en el programa juvenil “Extra jóvenes”, por el que entonces joven periodista de 24 años, Juan Carlos Valdivia.

Desde entonces, ambos comenzaron a emprender un camino juntos: Se casaron tres años después. Sin embargo, en 1999, se anunció su separación y nulidad, pero luego de poco más de un año distanciados volvieron a unirse y se casaron nuevamente para convertirse en padres de Renato y Matilda.

Hoy, Claudia Conserva, de 51 años, recordó aquellos pasajes desconocidos de la época en que estuvo separada del “Pollo” Valdivia. “Estaba muy enamorada, muy segura de lo que estaba haciendo. Sabía que era súper joven; me acuerdo de que mis amigos me decían: ‘¿¡Pero cómo te vas a casar!? ¡Estás loca!’”, comenzó su relato a La Cuarta.

“Estaba segura, así que no lo dudé. Con el Pollo nos amamos”, dijo la comunicadora para luego continuar: “habernos conocido ya fue un lujo en la vida, ¡la suerte!, porque nos podríamos haber conocido mucho después. Qué bueno que nos conocimos ahí”.

Tras cinco años de matrimonio, vino una crisis que afectó a Claudia Conserva, la que se acentúo con la muerte de su padre y de haber dejado de lado la etapa de su juventud. “De alguna manera, veía en el Pollo un padre: la sabiduría y la solidez. Creo que un poco asumió esa responsabilidad de guiarme en la vida. No era lo que yo quería en ese minuto”, reconoció Conserva.

“Eso está absolutamente superado, analizado, conversado y todo. Nada que ver: tu pareja es tu pareja, tu partner, no tu papá”, aclaró.

Asimismo, la conductora agregó que “llevábamos harto casados, entonces lo que ‘correspondía’ era tener hijos y formar una familia. Pero me di cuenta de que me faltaba vivir un cachito más”.

Frente a este panorama, la pareja decidió distanciarse. “Él, que siempre me ha amado con toda su alma, me dijo: ‘Juegue y haz todo lo que tengas que hacer, dale, lo importante que estés feliz y bien’”.

La presentadora destacó que en ese entonces, “no teníamos hijos cuando nos separamos, por lo tanto, cualquiera de los dos podía emprender una vida completamente nueva. Y no pasaba nada, solo había un papel firmado; pero, en rigor, podría no haber sabido nunca más de él ni él de mí”.

Los comunicadores volvieron: “Y fue un retorno bien bonito”, reconoció Conserva. “llegamos a la conclusión de que efectivamente se puede vivir sin el otro, pero es, lejos, más entretenido juntos. Volvimos y a los seis meses dijimos: ‘Es el momento de echar raíces, hacer familia, tengamos hijos…’”.

Finalmente, Claudia admite que “siempre le digo al Pollo que lo amo tanto que mi amor va más allá de que seamos pareja o no. Yo a este gallo lo voy a querer hasta que se muera. Así se tenga otra pareja, así me diga que es gay o cómo sea, yo ya lo adoro con toda mi alma. Es mi compañero. Siempre querré que él sea feliz, aunque no sea conmigo como pareja”.