La exbailarina de Rojo, Yamna Lobos, fue una de las protagonistas del último episodio de “La Divina Comida”, donde sorprendió al mostrar su cálido y familiar hogar. En el capítulo, compartió mesa con Yasmani Acosta, Katherine Orellana y Álvaro Véliz, pero fue su casa la que se robó las miradas, especialmente por los detalles llenos de historia y cariño que la decoran.

Uno de los momentos más comentados fue cuando Yamna Lobos mostró un llamativo cuadro en la entrada, un collage de mujeres de los años 50 que consiguió tras una divertida disputa con otra compradora. “Estuvimos como media hora peleando por quién se lo llevaba”, contó entre risas. El living, decorado con tonos azul petróleo, también incluía un pequeño tocador blanco de su hija Agustina, de cinco años.

También enseñó una fotografía de su hija y un regalo que la pequeña le hizo para el Día de la Madre. “Una la tiene nueve meses en la guata y sale igual al papá”, bromeó con ternura. Luego, mostró una imagen junto a su esposo, Rodrigo Ramírez, preparador físico y experto en marketing, revelando que fue el primer regalo que él le hizo: un paseo al Cerro San Cristóbal. “Él es mucho menor que yo, pero no se nota”, comentó con picardía.

Finalmente, Yamna Lobos mostró su amplio patio, equipado con sillones blancos y una mesa de vidrio y madera. “Es el lugar donde nosotros entrenamos al aire libre con mi marido”, explicó. Un espacio que refleja no solo su estilo de vida saludable, sino también la complicidad y amor que reina en su hogar.