Viajar solo puede ser una experiencia increíble, manejar tus tiempos, ir a donde quieras y sentir que no dependes de nadie te puede ayudar a ser más independiente y vivir nuevas experiencias. Sin embargo, no es fácil, muchas veces el miedo te provoca inseguridades y te hace creer que no podrás hacerlo, pero los consejos de personas que sí lo han logrado, podrían ayudarte.

En diálogo con el sitio español, 20minutos.es, dos mujeres contaron sus experiencias viajando solas y entregaron algunos tips para aquellas personas que aún no se atreven a dar este paso, pero sí tienen las ganas de hacerlo.

“Empecé a viajar muy pronto y cuando llegué a la universidad me di cuenta de que muchos amigos míos no me seguían el ritmo y pensé que no quería quedarme sin conocer Marruecos, sin ir al norte de Inglaterra, etc. por no tener con quien ir”, comenzó contando Tatiana Rodríguez, una viajera que en 2003 se fue a Inglaterra y aquel fue su primer viaje.

“Me daba un poco de miedo y pensaba que me aburriría, pero al final me lo pasé superbién”, comentó Tatiana que de ahí en mas siguió viajando sola por lugares como Irlanda y Ámsterdam, para luego irse a vivir a Chile y recorrer otros países de Sudamérica.

“En 2016 volví a España y, aparte de trabajar de lo mío como periodista, decidí empezar un proyecto nuevo relacionado con viajar sola, para decirle a todas las mujeres que es algo muy bonito, que no es aburrido y que empodera y ayuda mucho”, explicó.

Patricia Frías es otra viajera que quiso contar su historia y explicar cómo es viajar sola. “Mi primer viaje sola fue en el 2010, algo dentro de mí necesitaba salir fuera y conocer otros sitios. Después de esta experiencia volví con otra mentalidad, te vas conociendo a ti misma poco a poco y vas viendo qué eres capaz de hacer”.

“Es normal tener miedo antes de hacer un viaje sola, pero no puedes dejar que eso te paralice y te deje con las ganas de conocer un lugar por no tener con quién ir”, confesó.

Respecto a alguna complicación, comentó que siempre hay, pero que por lo general la gente es empática y está dispuestas a ayudar. “En la mudanza de Bournemouth a Londres, me perdí por el camino y solo llevada £ 20 encima. Llamé a mi casero, me vino a buscar y me llevó a la casa; siempre hay gente dispuesta a ayudarte”,