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La historia de dolor y esperanza de la ciudad de Santa Claus: Un lugar al que llegan miles de turistas por sus atractivos

Rovaniemi está ubicada en Finlandia y los renos caminan libremente por sus calles.

Lo único que sabemos a ciencia cierta es que la casa de Santa Claus está en algún lugar del Polo Norte, por eso los diversos pueblos que están cerca de esa fría zona del planeta se sienten como el “hogar” del querido personaje.

Tal como lo demuestran, por ejemplo, los 600 mil visitantes que recibe anualmente la ciudad de Rovaniemi, en la región de Lapland en Finlandia, ubicada en el extremo del círculo polar Ártico, y que es conocida por todos ellos como “el pueblo de Santa Claus”.

Los que han podido visitar la ciudad de Santa Claus destacan la posibilidad que han tenido de cruzarse con renos al caminar por sus calles y poder visitar el parque construido en su honor, al que llegan miles de cartas todos los años con los pedidos de los niños para Navidad. Incluso, cada 25 de diciembre se puede ver al hombre de traje rojo en sus chimeneas.

Pero el espíritu navideño que recorre las calles de Rovaniemi atravesó por oscuros momentos durante la 2da. Guerra Mundial, cuando la ciudad incluso fue quemada hasta sus cimientos.

Así quedó la ciudad luego del paso de los Nazis.

Sus días negros comenzaron a fines de 1939, cuando la ex Unión Soviética ocupó el pueblo y se mantuvo ahí todo el invierno de ese año hasta que lograron expulsarlos con la ayuda de los alemanes, luego de intensos combates, los primeros meses de 1940, pero la ayuda de los Nazis no fue gratis y ellos pasaron a controlar la localidad.

Se quedaron hasta 1944, cuando Finlandia logró que desocuparan la base que habían construido en Rovaniemi, pero lo hicieron luego de tomar quemar la ciudad, que quedó destruida en un 90% y 279 de sus habitantes fueron asesinados.

En 1945, cuando terminó el conflicto bélico, se pudo comenzar a reconstruir la ciudad y los trabajos fueron encargados al arquitecto Alvar Aalto, quien comenzó la campaña de asociar el nombre de Rovaniemi con Santa Claus, lo que generó expectación de los turistas y aportó los fondos para levantar nuevamente el pueblo.