La Rioja, España: Un paseo imperdible por la tierra del vino y del castellano

En La Rioja podrás conocer las bodegas de sus famosos vinos, visitar los pueblos cercanos y ver las huellas de los dinosaurios.

Cuando pensamos en el destino de nuestro próximo viaje solemos empezar por las ciudades más turísticas, pero a veces encontramos lugares menos conocidos y que tienen un encanto especial.

Si te gusta el vino, ¿por qué no combinar tu brebaje preferido con unas vacaciones en una de las regiones que produce el mejor?

El premio al mejor vino es algo que va cambiando año a año, pero La Rioja, (norte de España), siempre tiene un lugar destacado en los rankings y las bodegas están abiertas a la visita del público, donde además de degustar algunos de sus vinos te enseñarán el proceso desde que la uva está en la parra hasta que tomas el vino.

Bodega La Rioja

Si vas a La Rioja puedes escoger una –o varias- de las 40 bodegas locales para conocer, pero la visita no termina ahí, también deberías ir a los bares a conocer la cultura vitivinícola, puedes aprovechar la experiencia para comparar con las costumbres de tu ciudad.

Si te alojas en la capital de La Rioja, Logroño, deberías ir a conocer la calle del Laurel, es una zona con forma de L que está llena de bares, cada uno con su especialidad, un pincho o una tapa y un vino recomendado para acompañarlo. Entre los más destacables  están los champiñones sorianos, huevos estrellados y patatas bravas (pero cuidado, que son muy bravas).

Cartel_calle_Laurel

Logroño es una ciudad en la que habita mucha gente que en los fines de semana se van a su casa familiar, en el pueblo cercano, por lo que la mejor opción para ir a la calle Laurel es en día de semana, en la hora del happy hour, aunque algunos bares están abiertos desde mediodía.

Otra de las cosas que puedes hacer es ir a Enciso y ver las huellas de los dinosaurios, hay más de 3 mil que atestiguan su existencia y a qué especies corresponden. Visitando el centro paleontológico podrás interiorizarte en este tema tan original.

Enciso

Ya que están ahí, deberías aprovechar la ocasión de conocer la cuna del castellano: el monasterio San Millán de la Cogolla, donde se escribieron las Glosas Emilianenses, y donde Gonzalo de Berceo escribió el primer poema firmado en nuestro idioma, el que pueden recordar de la época del colegio, quien dedicó sus versos más famosos al vino:

“Quiero fer una prosa en romanz paladino,
en qal suele el pueblo fablar con so vezino,
ca no so tan letrado por fer otro latino:
bien valdra, commo creo, un vaso de bon vino”.

Lo que en el castellano actual se podría traducir por:

“Quiero hacer un poema en lengua clara,
en la que el pueblo suele hablar a su vecino,
pues no soy tan letrado como para hacer otro [poema] en latín;
[esto] bien valdrá, según creo, un vaso de buen vino”.

Glosas emilianenses

Otra de las actividades interesantes a realizar durante tu estadía en La Rioja es recorrer algunos de los pueblos cercanos, que te hacen preguntarte cómo se han mantenido todo este tiempo siendo tan pequeños y con tan mala conexión con la ciudad. Sin embargo, estos pueblos cobran vida durante los fines de semana y vacaciones escolares y fieles a las costumbres españolas, a pesar de tener muy pocos habitantes, hay varios bares, donde los vecinos -que han sido amigos durante toda su vida- se reúnen para jugar al mus, dominó o el juego de su preferencia.

villoslada

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