• Macarena Pérez, ex Guía de Viajes por el Mundo
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Que aprendes mucho y que te conoces mejor a ti mismo son frases tan usadas cuando hablamos de viajar, que llegan a ser cliché, pero pocas veces se explica por qué esto es así.

Viajar implica salir de la zona de confort y de la rutina, lo que se traduce en tomar decisiones, las que van desde qué comer y dónde, hasta planificar qué vas a conocer ese día y en qué orden; y vamos recién en la hora del desayuno. Algo tan fácil y cotidiano como ir de un lugar a otro en tu ciudad, cuando estás de viaje en un lugar nuevo, puede tomarte un tiempo.

En el camino te irás dando cuenta de que debes tomar otras decisiones que van apareciendo y podrás ir descubriendo si tus opciones fueron correctas o cometiste errores y vas aprendiendo de cada una de ellas. Si consideras que tomaste buenas decisiones, tu confianza en ti mismo aumenta. Si por el contrario cometiste uno o varios errores irás aprendiendo y podrás mejorar la toma de decisiones futuras.

A medida que vas sumando viajes, irás cambiando algunas precauciones, hay quienes se hacen más osados y confiando en su experiencia aprovechan hasta el último segundo, seguros de su capacidad de reacción en caso de algún imprevisto. Por otro lado, hay quienes hacen lo contrario y están dispuestos a sacrificar algunos minutos con tal de llegar con tiempo y no perder su pasaje.

Si viajas solo aprenderás cuáles son tus límites, pues todas las decisiones dependerán de ti y pondrás a prueba tus habilidades sociales, especialmente si te consideras una persona tímida. Ahí te darás cuenta de qué eres capaz al momento de acercarte a otras personas, ya sea por ayuda o simplemente para conversar y tener compañía. Al estar solo, lejos de tu entorno y de las personas que te rodean en tu casa, estarás libre de influencias y tendrás opiniones tuyas. Conociendo otras realidades podrás cambiar de opinión o ampliar tu mente en algunos aspectos.

Si viajas con más personas, vas a poner a prueba tu disposición a ceder, muchas veces harás uso de tu paciencia y conocerás a tus compañeros de viaje en una faceta más íntima, ya que estarás 24/7 con ellos, lo que puede ser una grata sorpresa, o bien todo lo contrario.

Además, si vas a un lugar que habla un idioma diferente a tu lengua materna, te servirá para mejorar tu fluidez, ya sea en inglés o en la lengua del país si es que lo conoces; aunque hables el idioma, siempre ayuda practicarlo de manera intensiva, aunque sean pocos días.