• Macarena Pérez, ex Guía de Viajes por el Mundo
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En la era de la globalización y de la inmediatez solemos optar por la forma más rápida de llegar, asumiendo que el viaje es un medio para lograr nuestro objetivo que es conocer algún lugar.

¿Pero qué pasa si tomamos algo de tiempo para disfrutar el camino? Al momento de planificar un viaje lo primero que hacemos es buscar precios de aviones y si entra dentro de nuestro presupuesto la mayoría de las veces ni siquiera nos planteamos la opción de viajar por tierra, ya que nuestro tiempo es valioso.

Pero si lo preparas bien, un viaje por tierra puede ser una gran experiencia dentro de tu viaje y no solo la forma de llegar. Debes tener muy claro para cuántas horas debes prepararte y pensar cómo quieres pasar ese tiempo.

Las elecciones serán clave, la música te ayudará a disfrutar el camino, ahora ya no necesitas elegir qué música llevar, ya que no ocupa espacio como antes, así que puedes llevar música variada, ya que escucharás la que más se adecúe a tu estado de ánimo y es difícil conocerlo antes de viajar. Ten en cuenta que es posible que no tengas internet, por lo que las app tipo Spotify, Deezer o Jango no serán confiables y siempre es bueno tener un plan B.

Si te gusta leer también deberías pensar con atención el libro que llevarás. Si lees en libros físicos (en papel) probablemente tendrás que elegir ya que por espacio y peso no querrás llevar algo extra, pero si usas tu ipad o Kindle, al igual que con la música podrás llevar una variedad de libros y así elegir en el momento el que quieras.

Pero también es bueno dejarse tiempo para disfrutar el momento que estás viviendo a conciencia, mirar por la ventana, apreciar el paisaje y reflexionar, cuando viajamos nos sentimos diferentes, y solemos llenarnos de esperanzas y planes que muchas veces no se concretan al volver a la rutina. Lo importante es que el viaje no se te pase tan rápido haciendo cosas todo el tiempo, que después pienses que no te detuviste a disfrutar el solo hecho de estar ahí, lejos de casa, en ese lugar que llevas tanto tiempo queriendo conocer y que al fin estás ahí, después de tanto tiempo planificándolo y esperando que llegara ese momento.

Puede ser tu minuto de calma dentro de un viaje intenso, o el momento de conocer a tu compañero de viaje, ya sea la persona que se sentó junto a ti o la persona con la que planificaste el viaje.

En fin, no hay recetas universales que dejen contentos a todos, pero sí puedes darle una vuelta y decidir si es lo que quieres y si es así, planifica esta parte de tu viaje para que la disfrutes y te aporte grandes recuerdos.