El luchador irlandés Conor McGregor, la figura más mediática de las artes marciales mixtas en el mundo entero, nunca pensó en protagonizar una pelea estelar donde fuera la víctima y sacara la peor parte de la noche en la velada de UFC 264 pactada a cinco asaltos.

En un combate que terminó en el primer round el isleño perdió ante el estadounidense Dustin Poirier, pero eso no fue lo peor. McGregor sufrió una escalofriante lesión en la pierna izquierda que lo dejó totalmente fuera de combate.

Con el ex presidente Donald Trump como espectador privilegiado de un aforo completo en el T-Mobile Arena de Las Vegas (Nevada), el combate entre McGregor y Poirier (el tercero entre ambos) finalizó cuando un herido McGregor falló un golpe y, al intentar retroceder para recuperar la guardia, se torció su pierna izquierda de manera impactante.

Sin darse cuenta de la gravedad de la lesión, Poirier aprovechó la caída para propinarle una dura ráfaga de puños y codazos. La campana fue la mejor aliada del europeo, que no pudo volver a pararse por sus propios medios y debió retirarse con un K.O. técnico a cuestas.

El ganador Dustin Poirier tuvo duros comentarios hacia su rival: “Este tipo estaba diciendo que iba a asesinarme y matarme. Que iba a salir de aquí en un ataúd… No se habla así a la gente. Espero que este tipo llegue a casa a salvo con su hermosa familia”.

Por su parte, McGregor será sometido a cirugía, ya que sufrió la rotura en la parte inferior de la tibia. Aunque la lesión no hizo mella en su entusiasmo por una revancha, pese a que no gana un combate desde hace cuatro años.

El registro dejó a Poirier con 28 victorias y 6 derrotas mientras que el europeo quedó con 22-6. De todos modos, el promotor Dana White quedó muy conforme y espera que exista una revancha, la cuarta pelea pactada entre ambos.

Acá es posible ver la lesión y detalles de la pelea: