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Para muchas personas, entender que a alguien le guste pelear es tarea difícil. Cuando esta persona es precisamente su pareja, es más difícil aún: estar activamente compitiendo en combates es una actividad riesgosa y a nadie le es fácil ver a un ser querido exponerse voluntariamente a ser herido.

Esto se da en ambos sexos, tanto cuando el peleador es el hombre de la relación que es claramente la situación más común por el hecho de que hay muchos más hombres que mujeres compitiendo en artes marciales; como cuando la que pelea es mujer, hecho que causa aún más aprensión en su pareja no-artista marcial, supongo que por el instinto de protección que tendría el hombre por su pareja.

Foto: brisbanetimes.com.au

John Wayne Parr y Angela Rivera Parr están casados y tienen una hija.

Más aún, la vida de un peleador no es fácil de entender en sí: si quieres pelear esto afecta distintos ámbitos de la vida, entre la cantidad de tiempo que se debe destinar a entrenamiento (horas y horas al día y a la semana), las horas que se deben destinar al sueño, la alimentación adecuada para las necesidades de alguien que precisa energía por doquier. Que a veces para alcanzar el peso necesario para una pelea un peleador se matará de hambre por días. Los dolores musculares, contusiones en todo el cuerpo, el seguir entrenando a pesar de las lesiones…

“¿Todo eso para qué?” Preguntaría alguien a quien no le apasionen las artes marciales o los deportes de combate.  A veces se pasa bastante mal… y ¿A quién le gusta ver “sufrir” a su pareja? Pongo entre comillas la palabra “sufrir” porque desde afuera, alguien que no entrena y combate puede verlo como un sacrificio innecesario y ridículo. Pero para los que amamos las artes marciales y deportes de combate, sí es necesario. Más que necesario: fundamental.

Por esta enorme diferencia en la interpretación de los hechos en la vida de un peleador (según si se es entusiasta de las AAMM o deportes de combate, o no), es que a veces se facilita mucho la existencia buscando una pareja que haga lo mismo, tenga la misma pasión, y así entienda las necesidades y el estilo de vida que obligatoriamente debe llevar una persona que quiere dedicarse a combatir. En el mundo de las artes marciales hay muchísimas parejas así, y en este artículo veremos a 2 de ellas, probablemente las más célebres y conocidas por las notorias carreras deportivas de ambos cónyuges.

John Wayne Parr y Angela Rivera Parr: Ambos salidos de Boonchu Gym en Gold Coast Australia. El empezó en Taekwondo a los 11 y en Muay Thai a los 13. Ella a los 17 empezó a entrenar defensa personal.

John Wayne Parr es un australiano peleador de kickboxing y muay thai que actualmente dirige el Boonchu Gym, ha sido 6 veces campeón del mundo, ganó un título Australiano en boxeo, y el 2008 fue finalista en el famoso programa The Contender Asia. Hoy en día según la página de Boonchu Gym el récord de él es de 104 peleas, 75 ganadas y 29 perdidas.

Angela Parr, su mujer,  es originaria de California, es peleadora de kickboxing y muay thai y según su perfil en la página de Boonchu Gym tiene un récord de 44 peleas, 29 ganadas y 12 perdidas. En la página  www.womenkickboxing.com pueden ver una entrevista hecha a Angie Parr sobre su vida como peleadora y las implicancias familiares de ello.

Evangelista “Cyborg” Santos y Cris “Cyborg” Santos: Ella adoptó el sobrenombre de peleador de su marido, y hoy en día son probablemente la pareja más famosa del MMA. Ambos brasileros, provenientes de la famosa academia Chute Boxe en Curitiba, actualmente compiten en Strikeforce, entrenan y residen en San Diego California. Ella es considerada la mejor peleadora libra por libra de MMA femenino, y su carrera y fama en Estados Unidos han crecido de manera meteórica desde que el 2009 venció a Gina Carano.

Foto: farm4.static.flickr.com

Evangelista y Cris Santos son otra de las parejas famosas en el mundo de la lucha y las artes marciales.

Según sus biografías en la página de Strikeforce, el récord de Evangelista es de 18-14, y el de Cris es de 10-1, siendo la actual campeona de la categoría middleweight femenina.

En éste link pueden ver una entrevista hecha a “los Cyborg”, como se suele llamar a esta adorable, pero peligrosa pareja, donde relatan un poco sobre cómo es su vida normal, cuando no están entrenando para demoler a sus rivales en el octágono.