• Guillermo Zúñiga, ex guía de Autos
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La música es parte de nuestras vidas y la tecnología ha facilitado su transporte y masificación, pero también la piratería, tema que viene fuertemente resistido, por años, desde la industria discográfica, sobre todo en Estados Unidos, país donde se puede demandar casi por cualquier cosa.

Últimamente marcas como Ford o las añadidas de General Motors, incluyen discos duros y sistemas de gestión de archivos multimedia, permitiendo que el usuario almacene discos de audio en el sistema de su automóvil, evitando el siempre aparatoso uso de CD’s. Esto, a la Alianza de Artistas y Compañías Discográficas (AARC) en Estados Unidos, no le parece y ha puesto demandas en contra de Ford y General Motors como fabricantes de automóviles y, por otro lado, en contra de Denso y Clarion como fabricante de equipos.

La Alianza citada, alega que estos sistemas promueven la piratería exigiendo una indemnización. Por un lado puede ser posible, pero por otro, el automóvil sólo permite almacenar en su memoria los discos y no sacarlos o copiarlos en algún otro dispositivo externo y, por lo general, la capacidad de memoria es limitada a un puñado de discos (y no un centenar de discografías de artistas), por lo que la demanda pinta un poco de berrinche injustificado.

Si la demanda es ganada por parte de la AARC, será necesario cargar con todos los discos en el automóvil o en su defecto comprar un Ipod y comprar la música en Itunes o alguna tienda online.