• Leonardo Mellado, ex Guía de Autos
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Ya está casi todo listo para la fiesta grande del mundo automotor chileno. El 21 de octubre se abrirá al público la undécima edición del Salón de Santiago, que como las dos ediciones previas, se llevará a cabo en Espacio Riesco, en Huechuraba.

Por ahora no hay muchos anuncios ni de las novedades ni de los espectáculos colaterales con que nos sorprenderán las marcas y sus organizadores, pero sí hay dos elementos significativos a considerar.

El primero es el leit motiv del evento, que esta vez será el tema medioambiental.

Con él, el Salón de Santiago se pone a tono con lo que ocurre en todos los salones relevantes del mundo, donde este asunto está ya tan tratado que de hecho casi no es noticia.

Foto: Guioteca

Estos son algunos de los modelos que se verán en el evento.

“No basta seguir implementando normas de emisión más exigentes para los vehículos nuevos”, dijo en su momento Gustavo Castellanos, secretario general de la Asociación Nacional Automotriz de Chile (Anac).  “La lucha contra la descontaminación es tarea de todos y es por eso que durante este Salón continuaremos impulsando propuestas que incentiven el cuidado de nuestro entorno. El tema es fundamental para todos los chilenos: no olvidemos que el 22% de los vehículos usados es responsable del 70% de la contaminación del país y que 30.000 vehículos usados contaminan lo mismo que 600.000 nuevos. Queremos aprovechar el Salón del Automóvil para crear conciencia de que hoy debemos tomar medidas concretas, que van mas allá de preocuparnos de las normas para vehículos nuevos, para  que en definitiva, contribuyamos a mejorar la salud de todos los chilenos”, agregó Castellanos.

La duda que queda es que siendo nuestro Salón uno promovido por importadores; es decir, sin la participación directa de los fabricantes, es poco probable que la muestra sea algo más que una vitrina de inventos y modelos que finalmente no lleguen a venderse. De hecho, ya hay marcas que han adelantado que su interés principal será el de mostrar su oferta con miras a mejorar sus ventas, cosa que no necesariamente se relaciona con motivaciones altruistas.

Para otras marcas, la exhibición de modelos de producción o conceptuales de bajas o nulas emisiones no será más que un saludo a la bandera, considerando el nulo marco regulatorio que ayude a la venta de dichos vehículos.

El segundo elemento significativo nace del listado de marcas que estarán presentes. En total serán 47 marcas, de las 52 que en algún momento estaban asociadas a Anac. Algunas chinas no estarán: ZXAuto, por ejemplo, no será de la partida esta vez, aunque estuvo en la edición 2008 del Salón.

Mucho más sentida es la ausencia de Mercedes-Benz. Los muchachos de Kaufmann alegan que se trata de una “decisión estratégica de marketing”, pero tras las frases de comunicado seguramente hay fríos análisis de costo-eficacia del Salón para marcas premium.

Por contrapartida, Aston Martin se estrenará este año, ya que finalmente esta marca obtuvo una representación oficial en el país. También llega Tata, de India, y Zotye, de China. En tanto, la rebelde BMW vuelve después de varios años y Mini se anuncia bajo el alero de Gildemeister, su nuevo representante.

Lo bueno es que el Salón de Santiago de 2010 se verificará en un escenario sumamente positivo para el mercado, que tras los golpes y sacudidas de la crisis subprime y del terremoto, va viento en popa con perspectivas de batir un nuevo récord histórico de ventas este año.