• Rodrigo Yáñez, ex guía de Básquetbol
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Una fiesta se vivió en el recinto de Ñuñoa, donde el gimnasio CEO II estaba repleto para ver la gran doble final donde Chile enfrentaba a Argentina en Hombres y Mujeres por el oro Sudamericano.

Primero fue el turno de los hombres, donde el cuadro nacional se enfrentaba a la potencia mundial de Argentina. Si bien faltaban algunos nombres de importancia en el medio nacional, Chile logró conseguir llegar a la final realizando un brillante torneo ya que la meta (viendo el nivel de los equipos participantes ante la ausencia de Venezuela, Uruguay y Brasil) era la medalla de plata.

Argentina venía con “la escuadra para torneos sudamericanos” más la figura del “equipo A” Facundo Campazzo quien participó en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.

La superioridad de los trasandinos no se hizo esperar y apabullaron al cuadro nacional 85-54. Los argentinos se encuentran a nivel inalcanzable para el básquetbol chileno, desplegando un juego rápido, dinámico y moderno, con muchas jugadas en ataque, donde todos los jugadores realizan los movimientos correctos desde la cancha y ante una penetración de algún jugador siempre se encuentra al tirador abierto para rematar desde la línea de 3 puntos. Esto sumado a la altura de sus jugadores hacía casi imposible pensar en el Oro Sudamericano.

Video que grabé donde se muestra una gota del talento de Facundo Campazzo de Argentina

Los chilenos pecaron de la poca efectividad en los lanzamientos sumado a la falta de jugadas en ataque. En muchos momentos, por no decir siempre, se recurrió al pick&roll donde un jugador alto pantallaba a quien tenía el balón en la manos para realizar un juego de parejas.

Las mujeres estuvieron a segundos del Oro

En un partido que se esperaba fuera un poco distinto, las mujeres de Chile y Argentina salían a la cancha. En el último partido del campeonato las argentinas arrasaron a las chilenas, pero ante la final, las cosas eran distintas. Si bien Argentina en mujeres no es una potencia, se sabe de su talento y experiencia, pero las chilenas no se dejaron estar y les generaron más de un problema.

Ante un gimnasio repleto y que en todo momento alentó a las nacionales, las argentinas se arrancaron en el marcador en el primer cuarto, pero a contar del segundo parcial las chilenas comenzaron a remontar principalmente gracias al ataque de la gran Ziomara Morrison (34 puntos, 19 rebotes, 3 asistencias, 4 tapones).

En la segunda mitad, Chile logró dar la sorpresa y empató el marcador ante unas atónitas argentinas que veían cómo en el ataque Ziomara Morrison lograba encestar o conseguir faltas personales. Igualmente, desde la línea de tiros libres fue muy efectiva encestando 20 de sus 24 intentos.

En el último cuarto, el público estaba muy nervioso ya que los últimos minutos fueron de infarto. Las diferencias de un equipo u otro no eran más de 3 puntos y en el último minuto con Chile a la cabeza por 1 punto, un gran movimiento de balón de Argentina consiguió dejar sola a su mejor jugadora, Sthefany Thomas (32 puntos) para encestar un triplazo, dejar a Argentina con 2 puntos de ventaja y con pocos segundos de posesión. Ante esto y un desesperado ataque final de Chile, el balón fue donde Ziomara Morrison quien recibió una falta personal y empató el partido desde la línea de tiros libres con solo 3 segundos por jugar. Sthefany Thomas tuvo el lanzamiento para ganar el partido, pero lo falló, por lo que se tuvo que recurrir al tiempo extra.

En el agregado, las chilenas quizás pecaron de nerviosismo por la cantidad de faltas personales cometidas a las argentinas, quienes liquidaron en casi todos sus intentos desde el tiro libre, mientras Chile iba quedando sin jugadoras ya que varias debieron salir del partido por tener 5 faltas personales.

Al final, Argentina consiguió la medalla de oro al vencer 85-80 en un espectacular partido el cual fue retribuido por el aplauso de los presentes (me incluyo) para ambas escuadras, ya que brindaron un gran espectáculo.