• Rodrigo Yáñez, ex guía de Básquetbol
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“Deja vu”. Pareciera que estamos viviendo lo mismo del año 2017. Golden State Warriors nuevamente se coloca 3-0 en las finales de la NBA ante Cleveland Cavaliers, al igual que el año pasado.

Los Warriors dominaron el segundo tiempo, aun cuando Stephen Curry se encontraba “ausente”, ya que nunca se sintió cómodo dentro de la cancha. Incluso mostraba manchas de sangre en una de sus rodillas producto de una caída. Su compañero, Klay Thompson también tuvo una actuación sobria, resaltando en algunos pasajes del partido. Pero las luces las tenía acaparadas otro jugador: Kevin Durant.

“Durántula” terminó la noche con 43 puntos, 13 rebotes, 7 asistencias y 6 triples en una jornada brillante. Mientras los Warriors parecieron comenzar el juego medios dormidos y aturdidos ante el gran comienzo de los Cavs, Durant terminó el primer cuarto con un triple que le abrió el apetito. En el segundo y tercer cuarto se notó que estaba sintiendo más la pelota y se sentía “encendido”.

En el último cuarto, era claramente la primera alternativa en el ataque por los Warriors. Desde los triples a jugadas al poste, Kevin Durant dominó a unos Cavs que no encontraban solución a sus ataques. Durant siempre buscó estar pareado con un defensor más bajo o débil que él y Cleveland no pudo hacer nada al respecto.

Durant encestó un espectacular triple en los minutos finales idéntico al que encestó el año pasado y en la misma ubicación. En ambos partidos, el triple fue la “daga” que sentenció la victoria.

Por el lado de Cleveland, la frustración debió ser enorme. Todo el esfuerzo de mantenerse arriba en el marcador en la primera mitad (aunque no por mucha diferencia) se vio esfumada en el fatídico tercer cuarto, momento donde los Warriors sin duda son el mejor equipo en la NBA al arrasar con todo y todos.

Lebron James terminó la noche con 33 puntos, 10 rebotes y 11 asistencias, un triple decena que sigue dejándolo en la historia de la NBA por romper y romper récords, pero que parecen insuficientes. Este es su décimo triple doble en las finales y con sus 33 puntos, supera a Michael Jordan con la mayor cantidad de partidos anotando más de 30 puntos.

El año pasado, la serie se encontraba en la misma situación y en el cuarto partido, los Cavaliers lograron una victoria que les dio esperanza, la cual se acabó apenas pusieron los pies en el estadio de los Warriors para el quinto partido. Algunos incluso sospecharon que los Warriors se dejaron perder para poder celebrar en casa con su gente.

Este año, quizás los Warriors quieran barrer la serie y ganarla 4-0. En 13 ocasiones que una final de la NBA ha estado 3-0, nunca un equipo ha remontado ese avasallador resultado. Los Cavs, que al parecer ya olvidaron el desastre del primer partido, deben buscar fuerzas de algún lugar y recordar cuando remontaron un 1-3 el 2016.

Para nosotros, los fanáticos del baloncesto, ojalá la serie se extendiera hasta el séptimo partido, pero… esto se ve casi imposible.

A continuación, dejamos el video resumen con las mejores jugadas del partido.