Kate Moss es un ícono indiscutido del mundo de la moda, pero la top model también supo dar que hablar por su vida descontrolada, marcada por la adicción al alcohol y las drogas. Hoy, a sus 48 años, ha cambiado por completo y se perfila como gurú de la vida sana.

En una reciente entrevista con Vogue, la supermodelo británica explicó que los años de excesos afectaron su salud, más específicamente, su sistema nervioso y sus glándulas suprarrenales. Para intentar compensar estos daños, decidió transformar su vida.

“Empecé a meditar todos los días, haciendo meditación trascendental, nadando salvajemente… Probé todo”, reveló. También leyó “El Libro Grande” de Max Schmidt, una lectura de 12 pasos que es referencia para recuperarse del alcoholismo. “Aprendí a mirarme a mí misma, a mis defectos y a ver quién soy. Y no tener miedo”, agregó.

Su transformación vino de la mano con su incursión en el mundo de los negocios, con productos para el bienestar, tal como han hecho otras celebridades.

Su firma, a la que nombró Cosmoss, incluye cremas de belleza, sueros con colágeno y CBD (sustancia química del cannabis), infusiones y fragancias que prometen “equilibrar el cuerpo y el alma con el entorno natural y los ciclos circadianos”.

Kate Moss posando con uno de sus productos de belleza.

Hace dos años que Kate Moss dejó adicciones como la cocaína, una de las drogas que más consumía, al punto que más de una vez fue fotografiada aspirándola. También ha abandonado el alcohol, pero todavía fuma.

“Kate ha estado limpia durante más de dos años. Mis compañeros sobrios y yo ahora la pasamos mejor que cuando solíamos beber y tomar drogas”, declaró uno de sus amigos a la prensa británica.

Según reporta Infobae, la supermodelo llegó a beber vino en el desayuno y vodka en el almuerzo. Aunque asegura que nunca sufrió trastornos alimenticios, la comida no parecía importante en su ambiente: “En general, nadie se ocupaba de que me alimentara. Nunca fui anoréxica, o no hubiera podido trabajar como lo hacía”.

“Iba a trabajar a la mañana temprano, y tampoco había comida. Nadie te llevaba a almorzar cuando yo empecé. Me acuerdo que una vez me llevó Carla Bruni, que fue divina conmigo”, relató sobre el trabajo en el que comenzó siendo adolescente y que le dio fama mundial, pero que también la introdujo en un espiral autodestructivo.

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