Jennifer Lawrence tuvo su primer salto a la fama cuando en 2010 protagonizó “Winter’s Bone” y obtuvo su primera nominación al Óscar. Un año más tarde, se puso en la piel de uno de sus personajes más famosos: Mystique en “X-Men: Primera generación”.

Mientras se convertía en la favorita de Hollywood gracias a su trabajo en “Los juegos del hambre”, la actriz siguió poniendo su cuerpo azul para ser Mystique en dos ocasiones más. Sin embargo, le fastidia.

Tiene sus razones. Entrevistada por Entertainment Weekly, Jennifer Lawrence confesó que el tiempo que le lleva prepararse para el papel es agotador. Para su primera participación en la franquicia debió pasar 8 horas por día en maquillaje. En “X-Men: Días del futuro pasado”, el tiempo se redujo a 3 horas.

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La actriz explicó que en el primer film no se preocupaba demasiado por el tema, pero sí la segunda vez: “No me importaban los gases y las toxinas. A los 25 ya fue como ‘Ni siquiera puedo pronunciar el nombre de esto y ¿lo voy a inhalar? ¿Estoy respirando esto?”

Jennifer Lawrence como Mystique

Esa no fue la única razón para odiar caracterizarse como Mystique. En “X-Men: Días del futuro pasado”, el vestuario también fue un contratiempo. “Los tipos que hicieron el traje pensaron: ‘Bueno, es una chica. Ella no va al baño. Así que orinaba en un embudo”, detalló la actriz.

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Aunque la preparación sea tediosa, Lawrence será parte de “X-Men: Dark Phoenix”. ¿El motivo? Según explicó la actriz, le prometió en broma al director Simon Kinberg que trabajaría con él en su siguiente film, sin saber que se trataría de “X-Men”.

Esta vez, todo fue más fácil. La ganadora del Óscar aseguró que el proceso de caracterización como Mystique para esta última película ha sido más sencillo y el trabajo con Kinberg hizo que todo funcionara, por lo que no está arrepentida.

“X-Men: Dark Phoenix” tiene previsto su estreno para febrero de 2019.