Leonardo DiCaprio ha logrado construir una indiscutible carrera en el cine desde su adolescencia, siendo hoy, a sus 47 años, una de las máximas estrellas de Hollywood. Esto lo logró a fuerza de talento, pero también a las buenas decisiones que ha sabido tomar al momento de elegir un guion.

Esta convicción la tiene desde sus inicios. Su primera película data de 1991, a sus 17 años, y ya en 1993 fue parte del film que significaría su reconocimiento como actor: “¿A quién ama Gilbert Grape?”, junto a Johnny Depp y que le valió una nominación al Óscar como Mejor Actor de Reparto.

Pero ese mismo año, DiCaprio podría haber sido parte de otra famosa película, no un drama de esos que dan prestigio, pero sí una comedia de terror de esas que marcan generaciones: “Abracadabra”, protagonizada por Bette Midler, Sarah Jessica Parker y Kathy Najimy.

En una entrevista con Variety, el actor aseguró que le ofrecieron el papel de Max por “más dinero del que alguna vez había soñado”. Pese a la tentadora oferta, cuya cifra no reveló, optó por filmar el citado film independiente le hizo obtener su primera nominación al premio de la Academia.

La decisión no fue fácil, no solo por el dinero que le habían ofrecido, sino por el hecho de decirle que no a una compañía como Disney. “No sé de dónde diablos saqué el valor. Vives en un entorno en el que las personas te influyen para que ganes mucho dinero y no dejes pasar ninguna oportunidad. Pero si hay algo de lo que estoy muy orgulloso es de ser un hombre joven que se mantuvo firme”.

El papel de Max en “Abracadabra” finalmente lo interpretó Omri Katz, mientras DiCaprio siguió adelante camino al éxito.

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