• Felipe Espina, ex guía de Colo Colo
• |
• Ver más de colo-colo

“El que esté libre de pecado, que lance la primera piedra”. Antigua frase que, de vez en cuando,  los culpables utilizan para limpiarse. El tema central  no es el accidente que, gracias a Dios, no tuvo consecuencias graves. El tema es la mentira, sostenida varios días y solo reconocida cuando las pruebas eran irrefutables. Y no quiero parecer exagerado, porque todos en mayor o menor medida, hemos mentido alguna vez.

Me pasa algo extraño…No me atrevo a mentirle a la autoridad. Nunca pude mentirle ni a mi viejo ni a mi profesores. Me paraliza el miedo a ser descubierto. He mentido, sí …me declaro culpable.

¿Por qué no reconocer que era él quién iba manejando e involucrar a  su mujer?.. Solo en la cabeza de Labruna está la verdad. ¿Por qué sostener una mentira e incluso molestarse y retirarse de una conferencia de prensa cuando los periodistas insistían con el tema? ¿ Por qué demorarse tanto tiempo en decir la verdad?.

Se equivocó el hombre y se equivocó mal. A su favor podremos decir que reconoció su falta, pero tarde. Se demoró mucho y lo hizo exclusivamente porque no tenía otra salida. Dijo la verdad, porque no le quedaba otra, hecho que ocurre generalmente cuando nos pillan.

En un hecho también que se ha agrandado demasiado el tema.  La justicia deberá actuar según lo indique la Ley y deberá pagar como cualquier ciudadano de a pie. Pero pretender que Colo Colo lo despida porque según “algunos incólumes personajes” esto afecta a la credibilidad de una institución me parece tremendamente exagerado. Creo que quedó claro que no justifico su acción y la condeno, pero pretender que debemos ajusticiarlo en la plaza pública por una falta, me parece “un poco mucho”.

Si todo esto afecta o no a un plantel que ve a su jefe metido en líos, seguramente sí, pero no será la razón principal para el futuro del equipo en estos Plays off. El camarín albo vivió una semana compleja que terminó con su complicado paso a las semifinales del torneo de clausura in extremis, perdiendo en Macul por 5 a 4 ante el Audax y no creo que el factor “accidente” haya estado en el cancha el sábado.

Insisto, las razones para que Labruna decidiera decir que era su mujer la que manejaba no las sé…pero tal y como él mismo dijo, fue un tarado…

“La mentira tiene patas cortas” decía mi abuelita. “No mientas porque si te pillo te quedas sin ir al estadio”, me dijo muchas veces mi viejo…y creo que aprendí, bueno, a veces se me olvida la lección…

Tal y como Don Omar, muchas veces sostuve mentiras hasta que estaba contra la espada y la pared y esa sensación de verse acorralado, debe ser una de las feas en la vida…Labruna se equivocó y tendrá que pagar. Ahora la justicia decidirá el castigo. Mientras tanto, miremos desde la tribuna y no pretendamos ser jueces en algo que, creo yo, no nos corresponde…Yo tengo tejado de vidrio… ¿Usted?