El rubro del turismo ha atravesado por un importante auge en los últimos 20 años, siendo este un fenómeno que se acrecentó tras la pandemia del coronavirus.

Por lo mismo es que millones de personas en el mundo a diario buscan opciones para viajar, movilizarse lejos de su realidad, y lograr así la tan ansiada paz, y tranquilidad.

En ese ámbito, en Australia, en las afueras de la ciudad de Melbourne destaca una opción de alojamiento que ha sido catalogada como una de las más extrañas del planeta.

Con un llamativo cartel que dice “Hotel”, un edificio de 20 metros de altura y una capacidad de recepción de visitantes “particular”, el “Hotel Eastlink” a primera vista parece ser una exitosa apuesta de turismo.

No obstante, es parte de una proyección casi que de tono artística, ya que más allá de que las ventanas del lugar pasen encendidas toda la noche, y proyecten la idea de que el lugar siempre está a su capacidad máxima, lo cierto es que no existe un hotel, no existen las habitaciones.

En el fondo, el “Hotel Eastlink” es una estructura ornamental que da la sensación de ser un hotel, pero es casi una apuesta artística la cual más que comprender, es mejor sólo contemplar.

Inaugurada en el 2007 por el artista local Callum Morton, el particular hotel ha confundido a miles de personas que buscan en las redes una opción de alojamiento cerca de Melbourne.

“Quién pase por su lado lo verá como un hotel real y quizás, con el tiempo, como un accesorio extrañamente olvidado que se ha escapado de un parque temático o un set de grabación”, es como lo describe su creador.

“Creo que es interesante cómo al poner algo en un espacio que es un poco seductor o extraño cambia la forma en que la gente piensa sobre el arte o la práctica”, considera Morton.

Mira acá, imágenes del particular hotel: