En la antesala al Mundial de Qatar 2022, una de las temáticas que se pensaba iba a generar polémica era la relacionada con los derechos de las personas integrantes de las comunidades LGBTIQ+. Y lo cierto, es que la predicción fue acertada.

Ahora, si bien no ha habido grandes inconvenientes, como por ejemplo el uso de un brazalete por parte de la selección de Alemania, que apoyaba la causa y que fue censurado, el resto de los eventos han transcurrido con relativa normalidad.

Obviamente con miles de turistas futboleros que reconocen en Medio Oriente un lugar en donde las expresiones homosexuales no son permitidas. De hecho, todo lo contrario, son castigadas.

Un ejemplo de vida es la de Nas Mohamed, el primer catarí en declararse gay. Con 35 años y de profesión médico, el ciudadano árabe relató a la prensa internacional parte del calvario que viven las personas como él en países como el anfitrión del Mundial.

“En Catar nuestra vida está en peligro y todo está en nuestra contra”, relató Nas Mohamend a RTVE, quien el 2011 decidió huir de Qatar y asilarse en Estados Unidos.

“Hay gais, lesbianas y trans mi país, pero son brutalmente reprimidos”, agrega el profesional de la salud, quien agregó respecto a su caso que siempre supo que era diferente al resto de los hombres, pero que el temor a ser castigado por las leyes locales lo llevó a mantener su condición en secreto.

“Lo he perdido todo por aceptar que soy gay. He perdido a mi familia, a mi país y a toda una vida”, explica Nas, quien al mismo tiempo señala que incluso en Qatar hasta su entorno más cercano tiene de miedo de ser detenido por culpa de él, por haberse declarado gay.

“Necesitamos contar que existimos para que la comunidad internacional nos apoye. Necesitamos oportunidades para vivir, para renacer fuera del país y que se reconozca nuestro derecho a pedir el asilo”, cierra el primer catarí en declararse homosexual, añadiendo que incluso fuera de su país teme por represalias de parte del gobierno de Qatar.