La presente Copa Libertadores va camino a convertirse en la más traumática en la historia del fútbol chileno. Todos los equipos nacionales que participaron fueron protagonistas de, al menos, una gran decepción.

Ahora, si en esa línea el ejercicio avanza y se ponen en una lista todos los fracasos chilenos en la edición actual del máximo torneo de clubes del continente, sin duda que hay dos humillaciones que sobresalen por sobre el resto: el 0-7 de la U con Cruzeiro o la derrota de Colo Colo 2-0 como local con Delfín.

En el caso de los azules, se trata de un resultado que iguala la caída más abultada en la historia de la Universidad de Chile. También, de un papelón en donde ninguno de los jugadores que ingresó al campo de juego estuvo a la altura de las circunstancias, donde un triunfo positivo dejaba en muy buen pie al club laico de cara a los octavos de final del torneo.

En ese contexto, el balance es tan negativo, que hasta los dirigentes del club concordaron con los hinchas en que el DT Ángel Guillermo Hoyos debía dar un paso al costado independiente del tema monetario, que en este caso no era menor porque al argentino le quedaba contrato hasta el 2019.

Pero, lo ocurrido en la vereda alba no es menor. Un 2-0 contra el modesto Delfín de Ecuador, que además de llevarse los tres puntos a su país logró una verdadera hazaña: el primer triunfo internacional en la historia del club.

Entonces, Colo Colo jugó un partido discreto ante más de 35 mil personas, las que segundo a segundo exigían que el equipo, que entonces dirigía Pablo Guede, sumara mayor poder ofensivo. Pero no, los ecuatorianos anotaron de contragolpe el 1-0 y cuando el lance expiraba dejaron las cosas 2-0. Lo que se vivió fue un verdadero funeral en el estadio del club más popular de Chile.

En un orden cronológico, lo de Colo Colo ocurrió primero. Entonces, los hinchas de la U se burlaron de su archirrival. Pero, con lo vivido ante Cruzeiro, los albos “devolvieron la mano”.

Y, en este clima de pesimismo por el presente futbolero de los equipos chilenos es que surgió en las redes sociales la pregunta: ¿Cuál de las dos humillaciones es peor? Una difícil pregunta a la que no es una locura prestar atención.