• Alberto Stephens, ex Guía de Grandes Misterios
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Michelle Von Emster tenía solo 25 años cuando, el 14 de abril de 1994, fue vista por última vez cerca de las 20 horas. Al día siguiente, su cuerpo lo encontraron dos surfistas en Sunset Cliffs, San Diego, California.

Hasta la actualidad, siguen habiendo muchas discusiones respecto a cómo murió la joven, pues hay más de un sospechoso involucrado, incluyendo uno que no es humano.

Su cadáver fue examinado de forma inmediata por el médico forense Robert Engel, quien describió que la víctima tenía heridas y cortes que le sacaron pedazos de piel.

De hecho, al momento de ser hallada, estaba completamente desnuda y le faltaba la pierna derecha desde el muslo hacia abajo, por lo que se pensó en el ataque de un tiburón.

Un día más tarde, el patólogo jefe de la ciudad, Brian Blackbourne, realizó la autopsia oficial: tenía el cuello roto, arena en su estómago y garganta y las costillas completamente destrozadas.

El instituto Scripps es uno de los más reputados cuando se trata de estudios sobre el océano.

Y aquí es donde la situación se vuelve bastante confusa: Blackbourne concluyó que efectivamente Von Emster falleció tras ser agredida por un gran tiburón blanco.

El problema es que él jamás había visto una muerte de este tipo, ni tampoco las otras personas que vieron el cuerpo. Es más, este doctor llegó a esta causa tras consultarle al Centro de Investigación de Ciencias del Océano Scripps, quienes no tuvieron contacto con Von Emster.

Ralph Collier, experto en el comportamiento del tiburón blanco, rechazó de plano que el fallecimiento de Michelle haya sido por culpa de esta especie, sembrando aún más dudas en el caso.

El tiburón blanco es uno de los depredadores más temidos del mundo.

“Cuando este animal ataca, el corte es absolutamente limpio. En esta situación, es todo lo contrario. He visto muchas fotos en mi carrera, y ninguna se asemeja a lo que ocurrió con ella. Es imposible que haya sido un tiburón”, fue su categórica declaración.

A esa misma premisa se sumó Richard Rosenblatt, director de Scripps en ese momento. “Ninguna de las marcas en su cuerpo corresponde a un tiburón blanco. Además, es la única especie que pudo llevarse la pierna y se hubiera encontrado al menos un diente”, sentenció.

¿Qué pasó entonces con Von Emster? Ciertos investigadores creen que se cayó en Sunset Cliffs, uno de los lugares más peligrosos de Estados Unidos, dadas las fracturas que presentaba. Otros, que fue a nadar de noche y se golpeó contra las rocas, falleciendo por desangramiento.

Michelle fue descrita como “hippie y alegre” por quienes tenían más cercanía con ella.

Pero también existen un par de posibles culpables. Edwin Decker, un conocido suyo del trabajo, aseguró que tuvieron una relación y que a ella le gustaba hacer surf sin ropa. El detalle es que nunca fue vista haciendo este deporte por los surfistas locales.

No son pocos los que creen que Decker lo hizo pasar como un accidente, porque la cartera de Michelle estaba a más de cuatro kilómetros de donde fue encontrada, sustentando la teoría de que la empujó y luego plantó sus cosas para no parecer sospechoso.

La otra opción, de acuerdo a quienes conocen este fatídico caso, es un acosador no identificado. Ella renunció a una cafetería cansada de que este hombre, quien andaba en moto, la fuera a ver de forma continua.

Tampoco puede pasar desapercibido el hecho que, después de su muerte, un sujeto llegó hasta la oficina donde trabajaba para sacarle copias adicionales al reporte de la autopsia. Según Denise Knox, su jefa, este tipo también tenía una motocicleta.