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La historia de polémicas por espionaje entre Estados Unidos y Rusia sumó un nuevo capítulo esta semana luego de que autoridades americanas confirmaran la detención de Mariia Butina, una agente rusa encubierta en suelo estadounidense.

Una teoría conspirativa en contra del gobierno de Donald Trump que tiene sus fundamentos en documentos judiciales basados en investigaciones de FBI.

En esa línea, las pericias en contra de Butina señalan que la espía rusa usaba diversas técnicas para obtener información valiosa, como por ejemplo ofrecer sexo para obtener un puesto en una organización que favorecería los intereses de su país.

Así, la mujer logró generar una importante red de influencias. Incluso, hasta llegó a entablar una relación íntima con uno de sus contactos estadounidenses. No obstante de amor, nada.

Las investigaciones del FBI pudieron constatar que Butina había estrechado lazos amorosos con un contacto solo para favorecer la operación de la cual era parte, ya que en audios privados ella misma dejaba al descubierto su malestar por tener que lidiar con quien era su pareja.

Entre los alcances de la gestión de Butina están el haber llegado ante la Asociación Nacional del Rifle de Estados Unidos, donde la mujer se presentó como una activista rusa a favor de las armas. Incluso, hasta se le puede ver en publicidades de este organismo.

En tanto, también se acercó a miembros del Partido Republicano, con quienes buscó entablar relación en el año 2016, cuando fueron las elecciones de Estados Unidos.

Es en este contexto que esta semana Mariia Butina enfrentó un tribunal de Estados Unidos, donde tras escuchar las acusaciones en su contra se declaró inocente de todos los cargos que se le imputan. Ahora, serán los jueces los que dirimirán sobre el caso de esta agente rusa detenida en Estados Unidos.