Las ganadoras ‘luciendo’ el premio por ser las mejores deportistas en una controvertida competencia de squash.

¿Cómo la premiación de un certamen de squash pudo salpicar hasta el mismísimo Instituto Asturiano de la Mujer en España? El distinguido centro de asuntos relacionados a la mujer ha puesto cartas en el asunto luego de que dos competidoras se adjudicaron la categoría femenina de una competencia de squash y por su gran nivel en cancha, obtuvieron de parte de la organización del certamen un galvano y sorpresivamente dos cajas de cera depilatoria, una lima eléctrica para eliminar las durezas de los pies y un… vibrador.

El diario El País consigna que este lamentable episodio ha acarreado tres dimisiones, e incluso el club organizador podría llegar a disolverse tras la ardua polémica. Una de las ganadoras, Elisabet Sadó, señala que sintió “sorpresa e indignación” tras ser galardonada.

Sadó, de 37 años, y con 15 compitiendo en el alto rendimiento ha sido número uno del mundo de la disciplina y siete veces campeona de España.  En esta etapa de su carrera sigue compitiendo para promover el deporte entre las niñas en España, puesto que los deportistas federados de esta actividad son 1.550 hombres y solamente 255 mujeres, en cifras del anuario estadístico de deportes del gobierno español en 2017.

Sadó señala que lo ocurrido en la competencia asturiana es insólito, porque si bien es habitual que las mujeres enfrenten discriminación en el deporte, como sueldos más bajos que sus compañeros hombres, menor promoción o malas instalaciones para practicar, esto representa es un golpe duro. En opinión de la deportista esto es “la base de todo ese machismo estructural que, en los casos más graves, acaba con mujeres asesinadas”.

Los premios que generaron indignación a toda España.

Las cuatro premiadas dos días después de la ceremonia de premiación presentaron un reclamo formal ante la Federación de Squash del Principado de Asturias y en una misiva expresaron su absoluto repudio a los “obsequios sexistas y fuera de lugar” que recibieron. Luego fue Maribel Toyos, quien trabaja en la federación, quien remitió el asunto al Instituto Asturiano de la Mujer.

La directora del instituto, Almudena Cueto salió a respaldar a las deportistas, consignando que “atenta contra la dignidad de las mujeres; el deporte es un instrumento que tiene que trabajar por la igualdad” y señala que se está redactando un informe sobre lo sucedido. Para que no vuelvan a ocurrir estos lamentables hechos en el futuro la nueva Ley del Deporte español, que está en proceso, consignará que en adelante los premios deportivos para hombres y mujeres deben ser iguales.

En tanto el club organizador del certamen deportivo, Club Squash Oviedo, admitió en un comunicado que los obsequios “fueron inapropiados y nunca debieron ser entregados”, ofreciendo sus disculpas a las jugadoras, “al squash femenino nacional y al resto de deportistas”. Posteriormente  dos directivos del club, y uno de la federación, presentaron su renuncia.

Por último, Elisabet Sadó, cerró con una potente reflexión la cual comprende que este bochornoso episodio ojalá sirva “para que no pase nunca más y para que se tenga en cuenta que el deporte no es, ni de lejos, tan igualitario como la gente cree”.