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Tal como se suponía, Donald Trump lanzó su campaña para volver a la Casa Blanca, luego de la derrota que sufrió en las últimas elecciones frente a Joe Biden.

Esta tercera aventura presidencial que comienza Trump lo encuentra en una situación muy diferente a la exitosa campaña que lo llevó a la presidencia en 2017.

Peter Baker, corresponsal en la Casa Blanca de The New York Times, citado por Clarín, entrega como primera gran diferencia, el recorrido político del empresario, quien saltó de los negocios a la lucha por la primera magistratura, generando la curiosidad de muchos.

Pero ahora llega con la mochila cargada de recuerdos, tristes para todos los que se unieron en su contra Trump en la última campaña presidencial, preocupados de que siguiera otros cuatro años gobernando a Estados Unidos.

Los estadounidenses tampoco olvidan las dantescas imágenes de los ataques al capitolio que se produjeron en los meses finales de su mandato. Sobre las que su exvicepresidente Mike Pence calificó a Trump como “imprudente” frente a los graves hechos que se producían.

A eso deben sumarse los problemas legales que acechan a Trump, graficados en el allanamiento que sufrió por parte del FBI.

Un antecedente más reciente son las elecciones legislativas del 8 de noviembre, donde varios candidatos apoyados por Trump quedaron en el camino y los Republicanos no lograran los resultados esperados.

Otra muestra del difícil panorama que espera a Trump en la campaña, citada por Baker, es el discurso que han repetido varias veces los republicanos asegurando que su partido tiene más de un líder.

Por último, está el factor DeSantis, quien dio un paso importante en sus sueños presidenciales con su aplastante victoria en su reelección como gobernador de Florida. Varias encuestas ya le dan ventaja sobre Trump.