• Eduardo Retamal, ex Guía de Universidad de Chile
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El fútbol es así, impredecible, los que saben y los que han visto muchas cosas no anticipan triunfos, con cautela esperan que se decanten los hechos antes de celebrar. Como dijeron los jugadores de la U, emocionados al borde de las lágrimas, así tal cuál tantos de nosotros celebramos esta nueva -e inesperada- estrella, la décimo cuarta: esto es la U, es pasión, es fervor, es azul, es amor, intenso amor por la U.

Como Tomás Costa fue determinante en el partido de ida, su expulsión –provocada por la impotencia de enfrentar a un rival que lo superaba en el juego- (36’) no hizo otra cosa sino ratificar que el lance dominical no estaba para especulaciones cruzadas sino que para la fiesta y hazaña azul en el Nacional.

La U se desplegó en el campo de Ñuñoa apoyada en la táctica y fundamentalmente en la actitud, no tenía nada que perder esta tarde de domingo, estaba 0-2 en el global antes de comenzar el partido, pero a los  2’ ya había forzado a dos tiros de esquina que sembraron las primeras dudas en el tramado defensivo que –nuevamente- planteó la UC.

Foto: José Alvújar, El Mercurio

La U consiguió un histórico triunfo y el apertura 2011 al golear a la UC.

La U estaba para cosas grandes en la dominica, tal es así que pronto un muy buen balón puesto por el medio al que llega primero Eduardo Vargas (15’) es desequilibrado por Valenzuela sobre el punto penal. Canales se hace cargo de la emoción y el miedo transformando la falta en la breve ventaja azul.

La fortuna cruzada permitía aprovechar un mala salida de Marino –quien eligió ir a chocar contra dos volantes cruzados- y la pifia de Marcos González para que el balón volviera al área azul y al afortunado tiro de primera de Pratto–superando a Rojas- para conectar de primera, y con enorme culo, sobre el primer palo de Herrera para establecer la paridad en el clásico (23’).

Se esperaba -y lo hicieron sentir- que la Cato pusiera el cotillón y también que fuera la U quien pusiera el fútbol, curiosa paradoja para que, luego de una falta e impune tarjeta roja de Ormeño sobre Mena, solamente se sancionó con amarilla. El centro sobre el área cruzada lo anticipa el tácticamente frágil y limitado Eluchans quien anidó ese centro en el segundo palo de Tosselli (2-1, 25’).

Sobre la segunda mitad del primer tiempo Católica alcanzó a emparejar las acciones y mantener esa ahora mínima ventaja (1-2) al terminar el primer tiempo. Lugar de una asamblea nacional para preguntarnos –acompañados del cigarrillo, la cerveza o el querido combinado nacional- ¿podrá la U en el segundo tiempo?.

Analizando algunos de los abundantes factores claves: la actitud NO ganadora de la UC, esperar en vez de ser protagonistas de la captura del título, llegamos a una dura conclusión, por más que la prensa insista:  al inseguro Toselli –o a Garcés- NO se le puede pasar el arco de la selección. En esa perdemos todos. Confirmó las inseguridades del partido de ida, para sufrimiento de los hinchas de la UC.

En el segundo tiempo, Canales le gana la pulseada al novel Andía –y a las decisiones de Pizzi- quién le comete penal y pone el esperado 3-1 (51’), breves minutos después, arrinconado sobre la banda izquierda Puch arlequinea de izquierda a derecha para rematar al primer palo de Toselli, Canales anticipa de puntín para desatar el sufrimiento azul y cantar el gol de la esperada victoria (‘56). El marcador global por fin estaba a favor nuestro (4-3) y la mesa ahora merecidamente estaba servida para la U.

La U superó claramente a la UC en la final, que solamente tenía un libreto: la U fue superior en todas las líneas y en todos los tres últimos partidos que jugaron este 2011. Merecidamente la U fue campeón este Apertura y disfruta de la noche linda del campeonato, este 2011 fue la para decimocuarta estrella de la U.