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Nueva Goleada de la U a Iquique en Coquimbo

El momento azul podría estar lleno de dudas por la exigente calendarización y locación de sus encuentros, sin embargo, está encontrando respuestas al nuevo orden por el recambio de plantel a mitad de temporada.

Seis días después del triunfo en la ida con Iquique, 74 horas de descanso entre partidos, entrenamientos de reacondicionamiento y trabajos recreativos con balón, sin incurrir esta vez en tiempos de viaje, y por contrapartida manteniendo el régimen obligado de concentración que aleja al plantel de sus familias, el chuncho saltó de nuevo a la cancha del Sánchez Rumoroso a asegurar la clasificación a la Copa Sudamericana 2010.

El rival: un duro y batallador C.D. Municipal Iquique que hoy no tiene el fútbol al pie y la capacidad de lucha que eliminó a un muy recordado plantel azul (1-0). Ese partido fue de visita en el Nacional en 1980, en semifinales del Torneo de Apertura, cuando buscábamos revalidar el Título obtenido el año anterior frente al archirrival (2-1).

En ese Iquique, espíritu de un norte forjador y plagado de luchadores se recuerdan al bravísimo enganche Jaime Carreño, líder de la estadística de expulsiones, el intimidante marcapunta Wilfredo Arriaza, las malditas contras de Ponce de Ferrari, Fidel Dávila y Victor Hugo Saravia y el buen pie de Omar Sauvegeot, entre otros.

Nuestros entonces ídolos azules dirigidos por Fernando Riera, el finado Hugo Raúl Carballo, el paragua Johnny Aswell, Manuel Pellegrini … nada menos, don Alberto Quintano y “el plátano” Wladimir Bigorra, el gran talento del diestro Orlando Mondaca, el fútbol exquisito de Leonardo Montenegro, el lagunero Lulo Socías, el chico Hoffens, el muy revoltoso Sandrino Castec, don Arturo Salah, Pato Reyes, Lucho Mosquera y otros que lamentablemente no consiguieron otros campeonatos pero sí identificarse con el orgullo azul, dignos de tratar en una crónica especial.

Ese bravo fútbol de los iquiqueños alcanzó para derrotar nuevamente de visita! 2-1 a los albos de Pedro Morales en la final de la Copa Polla Gol y regresar a Cavancha con un gran trofeo y los cerca de cinco mil eufóricos iquiqueños que los acompañaron a alcanzar la gloria en la capital.

Fútbol antiguo y tan rudo como aguantara el árbitro, donde por los costos no se admitían partidos de ida y vuelta y los airados reclamos esperaban la calma del día siguiente o, a lo más, la sesión del Tribunal de Penalidades de la entonces Asociación Central de Fútbol.

Dejemos el recuerdo de treinta años atrás frente al mismo rival y volvamos al esperanzador presente azul: triunfo y dos goles de visita son clara ventaja para el partido de vuelta, ratificado la noche del miércoles por un marcador nuevamente amplio (4-1). Soslaya algunas notas inquietantes, pero muestra otras facetas que hacen presumir que la búsqueda del nuevo equipo y juego con las seis incorporaciones comienza a dar sus primeros atisbos y expresiones.

La U muestra más fútbol. Antes el intento era abrir el juego al pie hasta donde se pudiera por las bandas para habilitar a Montillo y así disponer de una de sus galopadas en slalom para arrimarse al área y buscar la habilitación con profundidad, la falta para un tiro libre de riesgo o volver a la apertura lateral que buscase por vía aérea al “Palote” Olivera al segundo palo o centro del área.

Ahora se está buscando una mejor elaboración abriéndole la cancha al rival y generando incluso algunos espacios para que Nelson Pinto se vea bien avanzando con balón dominado o Seymour ataque desde la zona de contención. Interesante.

La labor de enganche la asume en propiedad y con su estilo Edson Puch, quien está aprovechando la ausencia por puesta a punto y llegada del pase de Guillermo Marino.

Puch aclaró un trámite algo confuso en el primer tiempo frente a los Dragones Celestes, avanzó a los 24’ luego de un despeje y ejecutó su clásico -y otras veces criticado, por repetido y vano-, enganche hacia la derecha. Entonces, acomodó un derechazo envolvente que buscó por arriba el segundo palo de Limenza, quien voló hacia su izquierda con el ángulo de tiro muy bien achicado, pero no llegó con el manotazo. Un golazo.

Edson Puch

Foto: El Mercurio

Puch fue la gran figura de la clasificación azul a la Sudamericana.

El chuncho, con la ventaja global de tres goles, y consciente que hay un duro calendario de partidos todos fuera de Santiago, no apuró la faena y permitió que el rival se acercara al área de Miguelito Pinto. Los roces de juego se conviertieron en faltas de riesgo y así, muy cerca del final del primer tiempo, empató Iquique con tiro libre y pinball posterior de Néstor Contreras.

En el segundo tiempo, la U impuso su fútbol y jerarquía desarmando al experimentado rival: Dos buenos adelantamientos al gol de Matías Rodríguez, de cabeza en tiro libre desde la banda derecha servido por Firulais Contreras (70’) y después recibiendo habilitación de Centurión (85’). Y la falta penal a Gabriel Vargas ejecutada con oficio por el mismo jugador (73’) a la derecha de Limenza,  quien se jugó la bien estudiada opción por el tiro cruzado.

El equipo de Pelusso comienza a mostrar otras variantes en su juego, mejorando la calidad en la elaboración de las jugadas y ganando partidos importantes. Este último especialmente en lo económico por acceder al Torneo Sudamericano de Clubes del segundo semestre, compuesto también por curiosos nombres de equipos, y algo importante: simultáneamente a intentar jugar bien, apegado a una propuesta honesta, mantener orden y claridad en el esquema de juego, junto con dar minutos de juego al plantel rotando jugadores en cancha. Confiemos.

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