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El Estadio Monumental: Historia de la “ruca” colocolina y presunto vínculo con Pinochet

El estadio que se inauguró en 1989 ha debido convivir con la sombra de Augusto Pinochet, quien presuntamente donó dinero para su construcción.

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La historia del estadio Monumental “David Arellano”, perteneciente al club de fútbol profesional Colo Colo, se remonta a 1956. El presidente del club de la época, Antonio Labán, adquirió un terreno de 28 hectáreas ubicado en el sector sur de Santiago, en la comuna de Macul, junto a la avenida Departamental. Su idea era levantar allí un estadio de fútbol, diseñado originalmente para albergar a 120 mil personas, y que también sirviera eventualmente para ser utilizado en el Mundial de Fútbol de 1962, a disputarse en nuestro país.

En abril de 1958 se iniciaron los trabajos de construcción de la obra gruesa del recinto, la más onerosa, pues se hizo bajo el nivel del suelo, para lo cual se ejecutó una gigantesca excavación, al fondo de la cual se ubicó la cancha. Alrededor de ella debían construirse las graderías con una capacidad inicial para 65 mil personas, y sobre éstas, un segundo piso para 50 mil personas más, aunque este segundo piso jamás se construiría.

Las faenas se demoraron mucho por una serie de causas, especialmente económicas. Debieron pasar 20 años para que se terminara de construir la obra gruesa del estadio, aprovechando los dineros que llegaron con la venta del delantero Carlos Caszely a España. Durante las celebraciones del cincuentenario del club, el 20 de abril de 1975 se realizó la primera inauguración del recinto, con la disputa del partido entre Santiago Morning y Santiago Wanderers (1-1), match que fue la antesala del partido de fondo, que disputaron Colo Colo y Aviación, y que ganó el conjunto albo por 1 a 0, con un gol del delantero zurdo Juan Carlos Orellana.

Estadio-Monumental

La inauguración definitiva del estadio en 1989

Sin embargo, en 1975 Colo Colo jugaría de local en su estadio sólo cinco partidos más, ya que el recinto dejaba bastante que desear. A las escasas comodidades generales se agregaban la falta de asientos y servicios sanitarios precarios, que fueron alejando al público del estadio. Por eso, al año siguiente, Colo Colo volvió a jugar sus partidos oficiales en la histórica cancha del Estadio Nacional de Santiago, lugar donde se disputó la final del Mundial de 1962 y donde también hacían de local las dos universidades: Universidad de Chile –el odiado archirrival de los albos y el único equipo con igual arrastre popular- y la Universidad Católica.

El Estadio Monumental de Colo Colo permaneció inconcluso y en el más completo olvido hasta que, bajo la presidencia del dirigente Peter Dragicevic, Colo Colo transfirió al delantero Hugo Rubio al Bologna de Italia, con lo cual la institución recibió 500 mil dólares, un monto bastante significativo para la época. Ese dinero cayó como maná del cielo pues permitió terminar el estadio y habilitarlo en forma definitiva. Así, con más de 62 mil personas en las tribunas, el primer partido de la re-inauguración se llevó a cabo el 30 de septiembre de 1989, con el match disputado entre Colo Colo y Peñarol, encuentro que el cacique terminó ganando por 2 a 1 (La Misss Universo Cecilia Bolocco fue la encargada de dar el puntapié inicial).

El delantero argentino Marcelo Barticciotto (hoy nacionalizado), uno de los jugadores más queridos por la hinchada y quizás el mejor jugador extranjero que pasó por Colo Colo en toda su historia, tuvo el honor de anotar el primero gol oficial de los albos en el remozado recinto de Macul (el otro gol lo convertiría Leonel Herrera, hijo del fiero defensor del mismo nombre, jugador símbolo de Colo Colo en los años 70′ y 80′ y a quien sus rivales bautizaron humorísticamente como “zapatitos con sangre”).

La conquista de la Copa Libertadores y el fatal accidente de 1993

En 1991 Colo Colo siguió “remozando” su casa. Inauguró la iluminación de su estadio con el partido tras vencer por 1-0 a Racing de Avellaneda. Ese mismo año, los albos, entrenados por el croata Mirko Jozic, campeón juvenil con la selección yugoslava en el mundial juvenil disputado en 1987 en nuestro país, alzaron por primera vez la Copa Libertadores de América, tras golear a Olimpia de Paraguay por 3-0, aunque el partido realmente memorable de esa campaña fue la semifinal que Colo Colo disputó en el Monumental ante el Boca Juniors de Gabriel Batistuta y Diego Latorre. El cuadro popular ganó por 3 a 1 al equipo argentino (con dos goles de Rubén Martínez, otro de “Barti” y un descuento de Latorre) y el partido se interrumpió durante varios minutos (justo después del tercer gol de Colo Colo), con una de las batallas campales más recordadas que se recuerde en Chile. La “postal” más inolvidable de la pelea fue ver al portero argentino Carlos “Mono” Navarro Montoya siendo mordido por “Ron”, uno de los perros policiales que se encontraba en la cancha (incidente que llevaría a que la prestigiosa revista argentina “El Gráfico” titulara una de las crónicas del partido con el siguiente encabezado: “A Boca le tiraron los perros de Pinochet”).

En agosto de 1993, aprovechando la visita del Real Madrid a Chile, equipo que por entonces contaba con nuestro compatriota Iván Zamorano en sus filas, La “U” y Colo Colo, los dos equipos más populares del país, disputaron sendos encuentros con el equipo más ganador de Europa.

La “U” recibió a los merengues en un estadio nacional totalmente lleno y los albos hicieron lo mismo en su estadio. El problema es que al Monumental llegaron más de 65 mil personas, muchas de las cuales no pudieron ingresar, pese a tener su entrada en la mano, mientras otros ingresaron en forma totalmente irregular. Como las tribunas estaban totalmente copadas de gente, muchos hinchas no dudaron en subirse al techo de las graderías en el sector de Cordillera para poder ver el partido. Sin embargo, cuando se jugaba el minuto 15 del encuentro, el techo de ese parte cedió ante el peso de los hinchas. El saldo del accidente fue de una persona fallecida y 77 heridos.

En 1997, el estadio Monumental sirvió de sede por primera vez de un partido oficial de la selección chilena. Por las eliminatorias al Mundial de Francia 98, Chile recibió a Venezuela y la apabulló por un marcador tenístico de 6-0. 5 de los 6 goles los convirtió el centrodelantero Iván Zamorano, reconocido hincha colocolino.

El estadio, en el nuevo milenio, seguiría presenciando hechos históricos, como el inédito tetracampeonato que consiguió el club bajo la dirección técnica de Claudio “Bichi” Borghi.

¿El estadio de Pinochet?

Cuando la hinchada de la “U”, reconocida por muchos como la más fiel y apasionada del país, acude al estadio Monumental cada vez que se juega un superclásico entre su equipo y Colo Colo, los forofos azules no dudan en amenazar a sus rivales con el siguiente canto: “Vamos a romper, vamos a romper el estadio de Pinochet”, lo que grafica uno de los episodios más dudosos en la historia del club popular: que la construcción del Estadio Monumental “David Arellano” habría sido concluida gracias a un millonario aporte proporcionado por el fallecido gobernante Augusto Pinochet Ugarte.

Todos los medios de la prensa de la época consignaron que en 1988, antes que se realizara el histórico plebiscito que dirimiría la continuidad o no del general Augusto Pinochet en el poder por 8 años más, el mandatario les ofreció públicamente a Peter Dragicevic y Eduardo Menichetti, los dos dirigentes más importantes de Colo Colo en ese momento, 300 millones de pesos para terminar por fin el estadio Monumental. Después de todo, el gobernante de facto ya era presidente honorario del club desde 1976, tras destituir a la directiva e intervenir al club en medio de una grave crisis económica (en las elecciones colocolinas de 1994, entre Dragicevic y Menichetti precisamente, Pinochet acudió a votar muy sonriente como un hincha más.”Como colocolino estoy muy contento de concurrir a esta elección que considero muy importante”, dijo en esa oportunidad).

Como todo el mundo sabe, el plebiscito le fue totalmente adverso a Pinochet, lo que significó su alejamiento del poder y la realización de elecciones democráticas, informadas y libres. Y, con respecto al estadio, ya mencionamos que Colo Colo inauguró oficialmente su estadio en septiembre del año siguiente. Pero ¿Y los 300 millones de pesos? ¿Fueron invertidos para terminar el estadio? ¿O Pinochet nunca entregó el dinero? Los dirigentes de Colo Colo de la época niegan y reniegan que el dinero prometido por Pinochet haya llegado alguna vez a las arcas populares, sin embargo, la sombra de la duda y del ex gobernante siguió apareciendo, hasta el día de hoy, como un espectro en la vida pública del equipo popular.

Hoy, el Estadio Monumental “David Arellano”, cuyo récord de espectadores fue de 69.305 espectadores en un superclásico del año 1992 que disputaron Colo Colo y la Universidad de Chile, válido por el campeonato nacional de ese año, ha experimentado varios cambios. Con una capacidad de 49 mil espectadores, dotado de butacas individuales, una pantalla digital gigante, palcos VIP, nuevas casetas de transmisión y una impecable cancha, el recinto cuenta además en la actualidad con “El Museo de Colo Colo”, el único de su estilo en Chile, ubicado en el sector Océano del estadio y que busca emular las grandes instalaciones de otros equipos del mundo y mostrar los logros, jugadores históricos y los mayores hitos del club con el rostro del combativo cacique en el pecho.

Gol de Marcelo Barticciotto en la inauguración oficial del estadio Monumental de Colo Colo en 1989:

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