El 18 de diciembre de 1981, casi un año después que en Nueva York un fanático desquiciado asesinara a tiros al ex Beatle John Lennon después de pedirle un autógrafo, los Rolling Stones se encontraban brindando un concierto a estadio lleno en el Hampton Coliseum, en Virginia, Estados Unidos, en el marco de su gira americana.

Los Stones se encontraban cerrando su concierto tocando la clásica canción “Satisfaction” cuando un fan irrumpió en el escenario, que en ese momento se encontraba cubierto con globos. Sin embargo, cuando el intruso hizo amago de acercarse a Mick Jagger, el vocalista del grupo que en ese momento estaba cantando enfundado con una gran bandera sobre sus hombros, el guitarrista Keith Richards actuó instintivamente: pensando que el intruso podía agredir a Jagger, se descolgó su guitarra eléctrica Fender Telecaster y, tomándola del mástil como si fuera un hacha, golpeó con ella al fanático, dejándolo totalmente fuera de combate.

Lo increíble es que, al más puro estilo del rock and roll, después del arrebato del guitarrista, los Stones siguieron interpretando la canción como si nada hubiera pasado, mientras personal de seguridad se llevaba al fanático. Richars siguió tocando los acordes de “Satisfaction”, en tanto que Jagger permaneció en todo momento cantando de una forma tan imperturbable que casi parecía como si el acto hubiera sido ensayado.

Años después, el mismo Keith Richards recordaría así aquel episodio: “La seguridad era un poco lenta. De repente veo a este tipo corriendo hacia Mick. No había nadie entre ellos, no sabía lo que podía pasar. Tuve que evitar que se acercara y parecía que tenía un arma en las manos. Fue una especie de cosa automática e instintiva. Lo más loco es que después de golpearlo la guitarra permaneció afinada. Es lo mejor que tengo que decir sobre la Fender. ¿Qué pasó con el fanático? Lo rescaté después. No pasó la noche en la cárcel… Todavía me debe 200 dólares”.

Video: Keith Richards golpea a un fanático con su guitarra eléctrica Fender Telecaster (1981):