El villano más famoso del cine de los años 80’ –y uno de los personajes más icónicos en la historia del Séptimo Arte – fue, sin duda, Darth Vader, el temido Lord Sith de la máscara negra, voz grave y respiración profunda que apareció por primera vez en “La Guerra de las galaxias” (1977), pero que adquirió mayor protagonismo, como señor absoluto del Lado Oscuro de la Fuerza, en sus dos secuelas: “El Imperio Contraataca” (1980) y “El Regreso del Jedi” (1983).

Sin embargo, este fascinante y retorcido personaje, esta especie de ángel caído que para delicia de los fans volvió a aparecer en gloria y majestad (con la voz del actor James Earl Jones incluida) en esa joya llamada “Rogue One” (2016), parece arrastrar una especie de maldición para los tres actores que lo interpretaron en su niñez, adolescencia y adultez: Jake Lloyd, Hayden Christensen y David Prowse.

El inglés David Prowse, un físicoculturista que gracias a su físico (1.96 de estatura y 118 kilos de peso) se terció por primera vez el traje de Darth Vader en la primera trilogía de la saga, fue el primero en saborear la hiel de la amargura, transformándose en uno de los intérpretes peor tratados de la historia del cine. En primer lugar debió soportar que George Lucas, creador de la saga, ocupara la voz del actor norteamericano James Earl Jones en lugar de la suya, para hacer hablar a Darth Vader.

De izquierda a derecha: David Prowse (Darth Vader), Peter Cushing (Grand Moff Tarkin) y Mark Hamill (Luke Skywalker), durante una pausa en el rodaje de “La Guerra de las galaxias” (1977).

“Durante el rodaje de “La Guerra de las galaxias” me parecía extraño que me hicieran recitar los diálogos de Darth Vader con la máscara puesta, pues el sonido era muy malo, pero George Lucas me tranquilizó diciéndome que posteriormente grabarían de nuevo mis diálogos. Lo que no me informó fue que yo no iba a grabar las voces del personaje, sino que lo iba a hacer otro actor”, relató Prowse, quien por esa época ignoraba que el equipo de rodaje de Star Wars lo había bautizado como “Darth Farmer” (“Darth el granjero”), debido a su acento rural del oeste de Inglaterra, que despertaba todo menos miedo. George Lucas declararía posteriormente que quería para el personaje de Vader una voz “más oscura”, que Prowse no era capaz de proporcionarle, por lo que nunca tuvo intención de usar la voz original del actor.

David Prowse.

Durante el rodaje de “El imperio contraataca”, la mejor cinta de toda la saga, las polémicas entre David Prowse y George Lucas Lucas continuarían luego que la productora acusara al fisicoculturista inglés de haber filtrado a la prensa que Darth Vader era el padre de Luke Skywalker, antes del estreno de la película.

David Prowse junto al actor Harrison Ford (Han Solo), en una pausa durante el rodaje de “El imperio Contraataca” (1980).

En la película final de la trilogía original, “El regreso del Jedi”, durante las escenas final de lucha con sable de luz entre Vader y Luke Skywalker (Mark Hamill), Prowse, que no era un espadachín muy hábil (seguía rompiendo las varillas que se interponían en los sables de luz), fue sustituido en el combate por el coreógrafo de la escena, doble de acción y entrenador de esgrima Bob Anderson. Para empeorar las cosas, fue el rostro del actor Sebastian Shaw, y no el de David Prowse, el que vieron los fans de Star Wars al descubrir quién se escondía tras la máscara de Darth Vader. De ese modo, la voz ni el rostro de Prowse aparecieron en ninguna de las tres películas que protagonizó.

Luego que David Prowse participara en el documental “The People Versus George Lucas”, donde despotricó públicamente –y con justa razón- contra el nivel de la segunda trilogía de la saga, Lucasfilms prohibió en 2010 su participación en las convenciones oficiales de Star Wars, transformando al actor en una especie de paria. En el año 2015 Prowse rodó el documental “I’m Your Father”, de los españoles Toni Bestard y Marcos Cabotá, donde se reivindicó su importancia en la saga. En la actualidad David Prowse, que durante los últimos años sufrió de artritis y cáncer prostático, sufre demencia senil, pero los fans más “duros” de Star Wars no han olvidado ni por un momento que él fue –secundado por la voz de James Earl Jones- el primer Darth Vader.

El siguiente actor en sufrir la maldición de Dart Vader fue el norteamericano Jake Lloyd, quien interpretó al niño Anakin Skywalker en “La Amenaza fantasma” (1999), la cuarta entrega de la trilogía galáctica y la película más decepcionante y débil de toda la saga. Lloyd, nacido en 1989, fue escogido entre un casting que reunió a un numeroso grupo de talentosos infantes y, gracias a la expectación que desató el estreno de esa cinta, se convirtió en uno de los niños más famosos del mundo, siguiendo los pasos del joven actor Haley Joel Osment, quien interpretó el mismo año a Cole Sear en la película “Sexto sentido”.

Jake Lloyd.

Sin embargo, lo que parecía un futuro prometedor en el mundo del cine se convirtió en un infierno, ya que debido a la mala recepción que tuvo la película (que entre otras cosas presentaba a Jar Jar Binks, el personaje más detestado por los fans), Lloyd comenzó a ser víctima de bullyng en el colegio, lo que transformó su niñez en una época tormentosa. “”Los otros niños fueron muy malos conmigo, hacían sonido de sable de luz cada vez que me veían. Era horrible. Mi vida en la escuela se convirtió en un infierno. Para rematar las cosas, por exigencias de la productora, en algún momento tuve que hacer hasta 60 entrevistas diarias, pese a que yo era sólo un niño. Lo pasé tan mal que destruí todas las cosas que tenía de la película y creo que no sería capaz de ver el film otra vez: Para mí, volver a hacerlo sería horroroso”, dijo Lloyd una vez.

Al crecer, los problemas de Lloyd no cesarían. En marzo del 2015 el ex actor sería arrestado por agredir a su madre y unos pocos meses más tarde volvería a ser arrestado por la policía en Charleston, Carolina del Norte, después de protagonizar una persecución a más de 180 kilómetros por hora antes de estrellarse con un árbol. Posteriormente, Lloyd pasaría 10 meses en prisión y sería trasladado a un centro psiquiátrico tras un cuadro de esquizofrenia, enfermedad que según su madre venía sufriendo desde hace 7 años. En la actualidad, el caso de Jake Lloyd es el típico caso de un juguete roto de Hollywood, un niño que no pudo manejar la fama y después la perdió para siempre.

El último actor ligado a Darth Vader que no la pasó bien fue el canadiense Hayden Christensen, quien encarnó al joven Anakin Skywalker en “El ataque de los clones” (2002) y “La venganza de los Sith” (2005). Para conseguir ese rol, Hayden tuvo que competir con más de 400 aspirantes, entre los que se encontraban nombres como Leonardo DiCaprio y Christian Bale, para conseguir hacerse con uno de los papeles más codiciados de la historia del cine. Y fueron sus ojos azules los que convencieron a George Lucas y la directora de casting Robin Gurland: “Hay algo muy interesante detrás de esa mirada. Es un actor increíblemente seductor”, declararía Gurland.

Sin embargo, tras el estreno de “El ataque de los clones” y “La venganza de los Sith”,, el desempeño actoral de Christensen no fue especialmente alabado, ya que llegó a ser nominado a dos Razzies (los anti-Óscar) al peor actor secundario. Después de participar en la saga galáctica, su carrera se fue diluyendo en filmes olvidables, como “Jumper”, “ladrones”, “American Heist” y “Desterrado”, junto a estrellas de capa caída como Nicolas Cage, por lo que decidió tomarse un año sabático, que en realidad fueron cinco años sin filmar una sola película.

“Sentía que había conseguido algo grande con Star Wars, que me abriría muchas puertas y me formaría una carrera, pero también veía que era algo regalado. No quería vivir mi vida sintiendo que me había subido a la ola o que me habían dado todo sin ganármelo”, declaró Hayden Christensen sobre esta pausa en su carrera, aunque no aclaró que el papel de Anakin Skywalker tuvo un efecto en su carrera muy distinto a lo esperado, pues quedó eternamente marcado por su pobre trabajo en la segunda trilogía de “Star Wars”, atrayendo de paso las iras de un importante sector del público que lo acusó del fracaso de las películas. La maldición de Darth Vader ya había cobrado su tercera víctima.

Hayden Christensen junto al actor Mark Hamill, el famoso Luke Skywalker.