Uno de los lugares de esparcimiento preferidos del célebre narcotraficante colombiano Pablo Escobar Gaviria fue la hacienda Nápoles, una propiedad de 3.000 hectáreas ubicada en el departamento colombiano de Antioquía que contaba con seis piscinas, 27 lagos artificiales, una pista de aterrizaje de aviones, helipuertos y una exótica arborización que incluía palmeras y establos con caballos, además de un completo zoológico con rinocerontes, elefantes, camellos, hipopótamos, cebras y jirafas.

Pablo Escobar, además, solía llevar a la hacienda Nápoles a algunos de sus artistas locales favoritos, los cuales acudían de buena gana tras ser generosamente pagados con los millonarios dividendos devengados por el negocio del narcotráfico, aunque en una oportunidad su pequeño hijo le sugirió una idea sorprendente: traer al mítico Michael Jackson, el rey del pop mundial, para que hiciera una presentación exclusiva ante el “Patrón del Mal”, su familia y amigos.

En una entrevista concedida al medio argentino “Todo Noticias”, Juan Pablo Escobar Henao, hijo de Pablo Escobar, relató que “cansado de ver a los mismos artistas en la Hacienda Nápoles le digo a mi padre que por qué no traíamos a alguien de talla internacional y él me acepta. Yo le sugiero a Michael Jackson como posible personaje, porque yo era fanático y a mi padre también le gustaba. Le pareció buena la idea”.

Consultado sobre cómo iban a lograr traer al “Rey del Pop” hasta Medellín, el hijo del “Patrón del mal” relató que “después con su mente maquiavélica, inclinada hacia el mal, mi padre me decía ‘sí, yo lo voy a invitar a que venga a darnos su concierto, le vamos a pagar muy bien y cuando ya se quiera ir, la salida de la Hacienda Nápoles le costará 60 millones de dólares’”.

Afortunadamente para Michael Jackson, la “invitación” de Pablo Escobar Gaviria para que fuera a cantar a Colombia a la hacienda Nápoles jamás se haría efectiva, de modo que el “Rey del Pop” pudo seguir dedicándose a lo suyo, en tanto que el “Patrón del Mal” ya comenzaba a enfrascarse en una violenta guerra sin cuartel contra el Estado Colombiano y otros carteles rivales de la droga.