Cuenta la leyenda que después de la trágica muerte del mítico baterista John Bonham en 1980, el grupo británico Led Zeppelin decidió poner fin a su exitosa carrera, ya que los miembros de la banda decían que el músico era irremplazable. Por ello, el cantante Robert Plant decidió seguir una carrera en solitario, pero el problema es que no tenía la menor idea de cómo hacerlo. Y en su ayuda vino el baterista y cantante de Genesis, Phil Collins, un declarado admirador de Zeppelin.

Robert Plant y Phil Collins.

“Phil era por entonces un músico muy prolífico y estaba en la cresta de la ola. Me senté en una habitación con la gente de Atlantic Records y les dije: ‘Miren, no hay otra manera de hacer esto, de verdad. Tengo que seguir adelante, porque tengo treinta y dos años y en realidad no he sentido nada más que esta cosa del éxito gigante. Necesito averiguar cómo es el otro lado’. En ese momento Phil Carson, de Atlantic, estaba lidiando con las cosas musicales en solitario de Phil Collins, posteriores a Genesis. Phil era tan fanático de John [Bonham] que me envió un mensaje: ‘Realmente me gustaría ayudarte, porque musicalmente debe ser una de las cosas más difíciles que hayas tenido que hacer’ “, relató Robert Plant en una entrevista concedida al medio Classic Rock.

Plant recordaría que “estamos hablando de que yo en ese tiempo estaba sin el chico (John Bonham) con el que había estado tocando desde que tenía dieciséis años, porque teníamos una relación ardiente, Bonzo y yo. Así que Phil entró y se puso manos a la obra. Tuvimos cuatro días para el primer álbum y cuatro para el siguiente. Así que estábamos cortando pistas de acompañamiento sin parar. Y si no le gustaba algo, Phil se detenía a la mitad, se ponía de pie y le decía a la gente por qué no estaba del todo bien. Eso me encantó, porque todavía andaba de puntillas, sin saber cómo tratar con otros músicos”.

La cordial relación que se establecería entre Phil Collins y Robert Plant se haría patente en una fiesta celebrada en Nueva York en 1983, cuando ambos músicos se encontraron y, aprovechando la presencia de numerosos fotógrafos, se tomaron varias imágenes para dar a entender que se querían y admiraban incondicionalmente. De hecho, en tono de broma, Collins y Plant, llegaron a simular que se besaban en la boca, en una divertida postal que dejaría la colaboración musical entre dos de los más populares músicos británicos de los años 70’ y 80’.