Loceras de Talagante: seis generaciones recreando historia

María Díaz y Olga Díaz Jorquera son dos famosas autoras de este tipo de trabajo, cuya calidad ha sido admirada por todo el mundo.

A 35 kilómetros al sudoeste de Santiago se encuentra  la ciudad de Talagante

Es la cuna de una cerámica policromada que reproduce las tradiciones, costumbres y escenas cotidianas del mundo campesino, su naturaleza y fauna.

María Díaz y Olga Díaz Jorquera son dos famosas Loceras o hacedoras de este tipo de trabajo, cuya calidad ha sido admirada por todo el mundo. Importantes personajes han recibido regalos elaborados por las manos de estas artistas en greda entre ellas el papa Juan Pablo Segundo.

¿Cuál es el origen de este tipo de cerámica? se remonta a la colonia con la influencia de las monjas Claras que enseñaban a las mujeres del pueblo sus artes y oficios. De brillantes colores e ingenuas formas, sus piezas no superan los 20 cm de altura y se moldean a mano, se orean y cuecen en forma muy rudimentaria. Luego se aplican los esmaltes de colores básicos en una labor minuciosa y delicada.

Se caracterizan por recrear la imaginería religiosa como Cuasimodo, los Nacimientos y los picarescos retratos de frailes, beatas y demonios.

En 1558 llegaron a Osorno tres beatas. En 1584 el beatario fue transformado en monasterio bajo la advocación de Santa Clara, la co-fundadora, junto a San Francisco de Asís de la orden franciscana. Los constantes asaltos a la ciudad de San Mateo de Osorno hicieron que las monjas se vinieran a la capital. La autoridad real les cedió un terreno de dos manzanas en La Cañada (futura Alameda Bernardo O’higgins) que limitaba al norte con el cerro Santa Lucía. En 1913 las religiosas se mudaron al barrio Recoleta  y el convento fue derrumbado para levantar en el mismo lugar la Biblioteca Nacional. Con arcilla, arena fina, caolín, un perfume guardado en sigiloso secreto, las religiosas del convento Santa Clara fabricaron su inédita loza, hoy en extinción.

Trasciende fronteras

Si bien es cierto la historia de la loca policromada de Talagante a trascendido las fronteras de nuestro país, siendo reconocida en todo el mundo no todos conocen el origen , o como llego a manos de la familia Díaz Jorquera ( 6 generaciones) la ultima en la actualidad muy bien representada por la artesana Talagantina María Olga Espinoza.

María Díaz Jorquera cuenta sobre el verdadero origen y la forma en que esta artesanía paso a ser parte de la vida diaria de su familia. “Yo aprendí esta artesanía cerámica policromada de mi madre, ella aprendió de su madre, y ya va en la 5ta generación. Esta artesanía provenía de las monjas Clarisas, cuyo convento funciono durante un tiempo como reclusorio de mujeres ,quienes aprendieron esta artesanía . Dos de estas reclusas luego de cumplir sus años de condena fueron hospedadas por nuestra tatarabuela que era muy humanitaria y  de ese modo traspasaron este arte a nuestra familia”.

“Yo compro la greda en Pomaire pero en terrones secos, tengo que colarla y lavarla para que quede lo mas fina posible,  para botarle todos los terrones y arena , luego de cocerla y pintarla se le da un baño de cola”

Loceras

Foto: Lazosdeloza

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Foto: uc.cl

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Foto: kipu.cl

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Foto: Lazosdeloza

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Foto: Munitalagante

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Foto: Talagante.oxl

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Foto: Talagante.oxl

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Foto: Talagante.oxl

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