• Maggie Sierralta, ex Guía de Manualidades y Artesanía
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Dieciocho países celebraron en Santiago la gran fiesta Bicentenario de la artesanía tradicional. En el año del Bicentenario, el evento más importante en su tipo realizado en el país, caracterizado por la alta calidad de los productos que exhibe y comercializa,  buscó difundir el oficio de quienes, a través de su obra,  mantienen vivas las tradiciones ancestrales propias de nuestro continente.

Foto: Catalina Mena

Este encuentro reunió a 120 artesanos de Chile, Latinoamérica y, como invitados especiales, a un grupo de artistas de India.

La Muestra aspira a propiciar un encuentro con nuestra identidad cultural y al mismo tiempo poner de relieve la importancia de  preservar y proyectar estas manifestaciones artísticas que, más allá del objeto artesanal,  encierran tradiciones de gran valor patrimonial, cuya conservación es una responsabilidad social  ineludible.

La iniciativa busca difundir el oficio de quienes, a través de su obra, mantienen vivas las tradiciones ancestrales propias de nuestro continente. Participan 120 artesanos chilenos y otros 30 provenientes de 16  países de Latinoamérica, además de dos artesanos de India que dan cuenta de la proyección  de apertura intercontinental del certamen.

Memoria e identidad

Al hablar de patrimonio, generalmente se piensa en edificios, iglesias, piezas arqueológicas o de arte, olvidando que fiestas, lenguas, costumbres y oficios constituyen también parte importante de nuestra memoria e identidad.

Quizás, por ello, el denominado “patrimonio intangible” sea el más vulnerable. Sólo por citar un ejemplo: según la Unesco, más del 50% de las 6.000 lenguas del mundo corren hoy peligro de desaparecer. La artesanía tradicional es uno de los ámbitos más potentes de este patrimonio inmaterial, producto de saberes milenarios que se transmiten de generación en generación.

Muchas de sus manifestaciones se encuentran en riesgo de desaparecer, debido a las dificultades de comercialización de sus productos, a los procesos locales de aculturación y a otros múltiples factores que atentan contra la sobrevivencia de los oficios tradicionales en el mundo globalizado.

Revertir este proceso es una de las misiones fundamentales de esta Muestra, la cual, durante sus 37 años de existencia, ha desarrollado un esfuerzo constante por fomentar y difundir la artesanía en Chile abordando el quehacer del sector integralmente, aportando en la sostenibilidad de los oficios que desarrollan cientos de artesanos que tienen en este evento una oportunidad de puesta en valor de su quehacer y comercialización de sus productos.

Foto: Catalina Mena

Uno de los objetivos de esta actividad es promover y preservar la identidad cultural de cada país participante,

A esta labor se asocia el Programa de Artesanía de la Escuela de Diseño de la Universidad Católica, para potenciar el valor de la producción artesanal, aportando diseño a su proceso de creación y elaboración.   Asimismo, la iniciativa cuenta con el apoyo de UNESCO, que  en el marco del evento,  entrega el  Reconocimiento de Excelencia UNESCO para la Artesanía, al cual postulan las selecciones de las mejores obras artesanales de Argentina, Chile, Paraguay y  Uruguay,  que serán evaluadas por un jurado internacional.

Las artesanías chilenas que optan a esta distinción son aquellas que obtuvieron el Sello de Excelencia Nacional en  2009 y  2010, otorgado el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, el Consejo Mundial de Artesanía y la Universidad Católica.

Por su parte, Pro Chile trae al certamen compradores internacionales, como apoyo a la consolidación del comercio artesanal, necesario para la viabilidad y proyección de estos oficios. Como es tradicional, la Muestra distinguirá también con el Premio Lorenzo Berg, al mejor artesano nacional e internacional.