El Sr. Rock And Roll lleva dos años sin fumar ni beber. Increíble pero real ¿cierto? Pero así es: Keith Richards no toca un cigarrillo hace ya mucho tiempo y lo mismo puede decirse del alcohol.

Se trata de todo un acto de valentía, pero más aún, de inteligencia y hasta conveniencia. Sumemos algo más: amor por la música. Desde el punto de vista racional, es importante ese instante en que un hombre que ha vivido la vida del rock and roll se explica a sí mismo: si quiero seguir haciendo esto de grande (de anciano, incluso) tengo que cambiar de vida. Ni más ni menos que eso ha hecho Keith.

Keith Richards en la actualidad.

Es sabido que el rock no es amable con el cuerpo. Los grandes artistas que nunca cambiaron su viejos hábitos lo pagan ahora: así encontramos a un Phil Collins, un Eric Clapton o, en este lado del mundo, un Charly García, penando con buenas ideas pero un cuerpo que no responde. Esto no es una crítica, sino solo un reconocimiento de algo que debe ocurrir sí o sí si quieres seguir estando bien para subirte a escena. Un click, cambiar el chip.

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Fue antes de la pandemia cuando Richards reconocía que había reducido muchísimo su ingesta de alcohol. El aislamiento, que a muchos sumo en lo contrario, a Keith lo ayudó. Sin fiestas ni eventos ni presentaciones, aprovecho el encierro en la intimidad del hogar para cortar con todo.

Keith Richards hoy.

“Tengo más aire en los pulmones y lo noto mucho en la voz”, explicó recientemente el guitarrista de los Rolling Stone en un podcast. Ya el año pasado Ronnie Wood había contado los progresos que Keith había obtenido al dejar las adicciones. “Que Keith lleve tanto tiempo sobrio es algo que todavía no acabamos de comprender, así que cruzamos los dedos. Pero sí creo que ha dicho adiós a todo eso, que ha enterrado esa etapa de su vida. A veces nos dice que le apetece esto o lo otro, pero entiendo que cada uno tiene su forma de hacer las cosas”, dijo Wood en su momento.