Los libros relacionados a famosas sitcoms, están dejando a los seguidores con la boca abierta. Historias sorprendentes que, hasta el momento, eran desconocidas por la mayoría. Un ejemplo es la obra sobre “The Big Bang Theory”, en la que el creador aseguró que Kaley Cuoco pudo haber perdido una pierna tras un accidente.

Y ahora, tenemos el libro autobiográfico de Matthew Perry (“Friends, Lovers, and The Big Terrible Thing”), donde el actor promete contar situaciones sin ningún tipo de filtro. A mdoo de adelanto, quien representó a Chandler brindó una entrevista a People.

Matthew Perry contó detalles desconocidos sobre su estado de salud / www.lanacion.com.ar

Es realmente perturbador, porque el artista confesó que estuvo al borde de la muerte. Ocurrió en 2018, cuando fue ingresado de urgencia por -en teoría- una perforación gastrointestinal. En realidad, Perry deja entrever que el episodio fue más grave.

Su colon estalló y estuvo dos semanas en coma, confesó el intérprete. Lo que quizá no sorprenda tanto, es que llegó a ese extremo por el consumo de opioides. “Quería contar esto cuando estuviera seguro de no recaer en el lado oscuro”, agregó.

Así como en su momento Simon Cowell se vio forzado a cambiar su estilo de vida, y comenzar a alimentarse en forma saludable, el bueno de Matthew fue casi que obligado a dejar de beber. Debió pasar por algo así para darse cuenta… lo bueno es que tuvo la suerte necesaria como para salir y, ahora, poder narrarlo en un libro.

Siguiendo con los detalles de la internación cuatro años atrás, aseguró con dramatismo que “me pusieron una cosa llamada máquina de ECMO, que hace que funcionen tu corazón y tus pulmones. Fue algo desesperado, nadie sobrevive a eso”.

¿Será suficiente como para el record Guinness? El actor debió ingresar a rehabilitación en 15 oportunidades. En otro tramo del reportaje, Perry recordó cuesitones dichas con anterioridad: que en los momentos de mayor presión de la sitcom, fue cuando peor se sintió. Para contrarrestarlo, llegó a tomar 55 pastillas de Vicodin por día.

“No sabía cómo parar. No podía parar, porque la enfermedad y la adicción son progresivas, así que iba empeorando a medida que me hacía mayor”. De todas formas, también hubo momentos de sobriedad, ejemplificando en la novena temporada.

Además, se mostró confiado en ya no aparezcan noticias sobre su estado de salud. Y si aparecen, que estas sean porque mejoró definitivamente: “Ahora soy un tipo sano”.

Por otro lado, agradeció a sus compañeros. Según el propio protagonista, “fueron comprensivos y tuvieron paciencia. Es como los pingüinos: cuando un pingüino está muy herido, los otros lo rodean y le ayudan a enderezarse. Caminan a su alrededor hasta que puede caminar por sí mismo. Eso es lo que hicieron por mí”.