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Abuela deportista: Tiene 88 años y asombra a todos jugando al tenis

Una mujer destaca por la gran pasión que siente por el deporte, demostrando una vez más que la edad no es impedimento para hacer deporte.

Guía de: Tenis

Alguna vez compartimos la emotiva e inspiradora historia de Leonid Stanislavski, el tenista más longevo del mundo. El hombre superó largamente los 90 años y continúa en el circuito senior, dejando en claro que la edad es tan solo “un número” que no le impide llevar adelante su pasión. Sin dudas, admirable desde todo punto de vista.

Esa permanencia en el deporte generó que jugadores como Rafael Nadal no duden en pelotear con él. De esa manera, cumplió un sueño del jugador oriundo de Jarkiv, en Ucrania. A propósito, pese a los bombardeos, Leonid pretendía quedarse en su país, aunque en abril de este año terminó yéndose para radicarse en Polonia.

A sus 88 años, la argentina Ana Obarrio sigue jugando al tenis y sorprende a todos / www.lanacion.com.ar

A sus 88 años, la argentina Ana Obarrio sigue jugando al tenis y sorprende a todos / www.lanacion.com.ar

En una línea similar, aunque con un perfil bastante más bajo que su colega ucraniano, encontramos a la argentina Ana Obarrio. La jugadora de San Isidro, en la provincia de Buenos Aires, se entrena para jugar en Mallorca en 2023. ¿Y cuántos años tiene? 88.

Al igual que Stanislavski, la “locura” por el tenis prendió desde niña, y a los 14 años decidió inscribirse para jugar torneos profesionales. De acuerdo a La Nación, su idea chocó con la realidad cuatro años más tarde. En ese entonces, formó una familia con quien era su pareja, dejando el deporte momentáneamente en segundo plano.

Sin embargo, al enviudar, Obarrio agarró nuevamente la raqueta y allí se mantiene, llegando a decir que si estoy cansada voy a jugar, el tenis me hace sentir mejor y me da mucha energía. A la inversa de lo que podría suponerse, y en diálogo con el mencionado periódico, insistió asegurando que “no me cansa para nada, me activa”.

Más allá de la tristeza por la pérdida de su marido, la mujer siempre supo que, en algún momento, volvería a saltar a las canchas. Es que allí es donde se siente plena. Declaraciones como “cuando entro a la cancha siento como que bailo ballet”, por lo que “no bajé los brazos y seguí el impulso de mis deseos” acaban por confirmarlo.

La experiencia de la longeva tenista es de mucha utilidad para otras personas de una edad similar, por lo que Obarrio brindó algunos consejos para animarse a jugar. Si conoces a alguien de 80 0 90 años que cree que no puede hacer deporte, esta es una gran posibilidad para desarmar esa especie de mito y decirle que es posible.

“El tenis se puede jugar a cualquier edad porque se adapta a todos”. “No tenerle miedo, porque el cuerpo necesita eso para estar bien y brinda fuerza de voluntad”. “Practicar tenis ayuda a ser independiente, te hace pararte solo frente a la vida”.

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