Novak Djokovic besa el trofeo en el Australian Open, su Grand Slam número 22 / www.tycsports.com

Lo ocurrido con Novak Djokovic en Australia, parece sacado del guion de una película. En 2022, y en medio de un escándalo, fue deportado por no vacunarse contra el COVID-19, pese a que le habían dicho que podría jugar gracias a una excepción. No fue así: tras quedar detenido en una prisión para refugiados, fue deportado a su país.

Un año después de ese acontecimiento poco feliz, el mismo protagonista obtuvo su 22° Grand Slam, alcanzando a Rafael Nadal y, como “frutilla del postre”, desplazando a Carlos Alcaraz para recuperar el primer puesto del ranking mundial.

Para colmo, volvió a involucrarse en algunas polémicas que, de todas formas, no opacan lo logrado a nivel deportivo. Por ejemplo, “Nole” fue acusado por parte de algunos espectadores (y de algunos rivales) de fingir algunas supuestas molestias físicas. ¿Cómo reaccionó? Insinuó que mostraría los resultados de los estudios.

Hablando del aspecto deportivo, no hubo equivalencias en el primer grande de la temporada: Djokovic se hizo cargo de la presión que llevaba y fue eliminando a cuanto rival osara amenazar su décima corona en Melbourne. En ese sentido, resolvió la final en 3 sets, venciendo al griego Stefanos Tsitsipas por 63, 76 (4) y 76 (5).

Una vez terminado el partido, el jugador se mostró inmensamente feliz por haber ganado pero, al mismo tiempo, recordó la pesadilla del año anterior: “Esta es la victoria más importante de mi vida”, aseguró sobre el Abierto de Australia 2023.

En una mezcla de emociones, aceptó que “no fue fácil jugar este torneo después de todo lo que pasó. Es un reto superado y les agradezco por la bienvenida que me dieron”. Finalmente, Novak pareció ensayar unas disculpas por su comportamiento.

“Solo los míos saben lo que pasó a lo largo de estas cinco semanas. Gracias a todos por tolerar a veces la peor parte de mí. No sé si me perdonarán. Este trofeo también es de todo mi equipo”. Aun cuando es un hecho que no podrá jugar en los Masters 1000 de los Estados Unidos, Djokovic siente que se sacó un gran peso de encima.