Srdjan y Novak Djokovic / as.com

De repente, la imagen de Novak Djokovic volvió a descender varios puestos. De aspirar a pelear por el Grand Slam, a quedarse inesperadamente con las manos vacías.

Para colmo, su actitud en el partido por la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio (revoleó una raqueta contra las gradas), lo llevó a ser duramente criticado.

¿Más? Srdjan, su padre, ahora asegura que le recomendó no asistir al evento. Difícil adivinar qué hubiese dicho si su hijo ganaba la medalla de oro. De todas formas, el hombre de 60 años -siempre polémico cuando le toca intervenir-, quedó desautorizado porque el número uno del mundo no hizo caso a la sugerencia.

Una vez consumada la derrota de “Nole” frente al español Pablo Carreño Busta (6-4, 6-7 y 6-3), el nacido en la Provincia Autónoma Socialista de Kosovo reveló cómo fue el intercambio de mensajes que mantuvo con el número 1 del mundo.

“Novak, si mi opinión significa algo para ti, no creo que debas ir a Tokio de ninguna manera. Es un camino largo, en otra zona, no hay espectadores, tendrías que pasar por una cuarentena nuevamente. Simplemente creo que debes decir “no” a unos Juegos Olímpicos sin espectadores. Papá te ama”, fue lo que escribió Srdjan.

La respuesta del tenista, (quien ya había perdido en la misma instancia en Londres 2012), fue tan amable como contundente: “Por supuesto que significa mucho tu opinión para mí. Quería tomarme tres o cuatro días para ver cómo está mi cuerpo”.

“Siempre me recupero rápido, así que no es gran cosa. El patriotismo es muy fuerte en mi corazón y en mi cabeza, papá. Ya me conoces: Cuando se trata de Serbia, lloro y no le doy la espalda”. Así fue el diálogo previo al torneo, que acabó de la peor manera.

Pese a ese supuesto gesto nacionalista, el jugador dejó aun más dudas: Luego de caer ante el ibérico no se presentó para los dobles mixtos junto a Nina Stojanovic.

Ambos debían enfrentarse a los australianos Ashleigh Barty y John Peers, quienes -lógica mediante- ganaron la medalla de bronce sin siquiera saltar a la pista.