En redes sociales se viralizó una fotografía, de Edgar Vivar, antes que se dedicara a la actuación y triunfara en “El Chavo del 8″. El azteca, antes de ejercer el oficio de actor, estudió medicina en  la Universidad Nacional Autónoma de México.

Vivar escogió la red social Twitter para publicar una imagen del diploma que le otorgó, a modo de reconocimiento, el ministerio de Salud de Arequipa, Perú, por su “labor social” y por “traer alegría y esparcimiento a los niños hospitalizados en el área de pediatría”.

“Es bueno renovar votos de compromiso con la Vida. Aliviar el dolor humano a través del Teatro también es terapéutico -y para mi- gratificante. Estoy conmovido por el diploma pero sobre todo por el cariño de los pequeños que a pesar del dolor aún sonríen”, posteó Vivar junto a la imagen.

Sus inicios en el mundo de la actuación fueron, curiosamente, en la universidad, espacio en el cual le solicitaban escoger una actividad artística y el optó por la actuación para complementar su carrera.

“Es lo mismo que el factor médico, (la comedia) es una terapia social de la que estoy muy agradecido… Todo esto (la pandemia) ha desencadenado un montón de cosas, que ya no puedes abrazar a tu gente, nos enseña a revalorizar y ves un programa de tele ahora y como no pueden salir, lo toman con más atención y se interesan más en la pantalla, crece la oferta y uno como proveedor de risas pues tiene un reto mayor. Me ha tocado que tengo que ser mi propia competencia en la televisión, uno con el chavo y otro con otros proyectos”, advirtió Vivar en declaraciones al portal “Infobae”.

Ya ejercía su profesión de médico obstetra, cuando en 1970, fue el segundo actor seleccionado por Roberto Gómez Bolaños para participar de la “Vecindad”. Incluso, antes, ya había hablado del tema con Florinda Meza para poder acceder a una experiencia con grandes compañeros que recuerda hasta hoy.

“Sobre todo por cómo me llevaba con Don Ramón, era bien ocurrente, él era mi vecino, siempre me hacía reír con frases de mucha sencillez. Había otras personas como era el caso de Angelines (Doña Clotilde), ella era más seria, un poco cortante pero supongo que era así por su herencia española, porque una vez vino a la casa y me cocinó una tortilla española y ambos quedamos maravillados porque a los dos nos gustaba la cocina, tuvo una vida muy interesante, conoció a Federico García Lorca y hacía teatro desde muy pequeña, pasó por mucho porque fue guerrillera y eso te deja marcado para siempre”, señaló a “Infobae”.