Se estima que aproximadamente un total de dos millones de personas salieron a la calle ayer y se agolparon frente a las sucursales bancarias de todo el país. La imprevisión del Gobierno situó a la misma hora y lugar, en medio de la pandemia y bajo cuarentena nacional, a dos de los más importantes grupos de riesgo, ancianos con patologías previas y personas en situación de pobreza.

Cómo se gestó el desastre

19 de marzo: El gobierno de Alberto Fernández, mediante el decreto DNU 297/2020 dispuso el Aislamiento Social Obligatorio más conocido como cuarentena nacional. En el artículo 6 del mencionado decreto se detallan las actividades que quedaban exceptuadas consideradas como “servicios esenciales”. Los servicios bancarios no estaban contemplados. Debe agregarse que el sindicato que agrupa a los bancarios dispuso que los servicios mínimos indispensables fueran cubiertos por empleados voluntarios. Por lo que los bancos estuvieron cerrados al público desde esa fecha. 

23 de marzo: El gobierno de Alberto Fernández, mediante otro DNU y a través los ministros de Economía, Martín Guzmán, y de Trabajo, Claudio Moroni, dispuso del pago de un bono de diez mil pesos como ayuda económica excepcional y única en abril para trabajadores informales. En la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) estimaron que el beneficio alcanzaría a unos 3,6 millones de personas.

Otras ayudas sociales como la Asignación Universal por Hijo y Plan Embarazo cobraron un bono extraordinario de $3100 entre el 18 y el 31 de Marzo de 2020. De acuerdo a los datos difundidos por ANSES en diciembre 2019, en el país hay un total de 6,9 millones de jubilados y pensionados (5,2 millones jubilados y 1,6 millones de pensionados). Una parte de los beneficiarios de ayuda social, jubilados y pensionados no cobra por medios electrónicos, concurre al banco en la fecha prevista de pago.

03 de abril: El día anterior, jueves 2 de abril, fue feriado en conmemoración de la gesta de Malvinas. El viernes 3, previo al fin de semana y con escaso o nulo dinero disponible en los grupos de alto riesgo concurrieron a los bancos que hacía díez días que permanecían cerrados. El resultado de esta imprevisión fue que unos 2 millones de personas confluyeron a las puertas de las sucursales bancarias el viernes 3 de abril. 

El culpable es el otro

Durante la tarde del día viernes, ante el grosero quiebre de la cuarentena y el triste espectáculo de ancianos agobiados o siendo atendidos por los servicios de emergencia ante desmayos y descompensaciones, se cruzaban acusaciones ministros, funcionarios y sindicalistas.

En declaraciones radiales durante la mañana del sábado, el presidente Alberto Fernández expresó que “el problema es la costumbre de la gente. (…) a muchos (jubilados) les gusta hacer el trámite a ellos, les gusta ver al cajero, les gusta guardar el dinero en la cartera”.