El juicio fue realizado mediante el sistema de jurado popular en la Cámara de Cuarta Nominación. El Tribunal encontró finalmente culpable este pasado martes a la expareja de la víctima, por el delito de homicidio calificado por el vínculo y por mediar contexto de género.

Los alegatos de Fiscalía

La fiscal de Cámara, Laura Batistelli, había solicitado en la jornada previa que el acusado sea declarado autor de homicidio calificado por el vínculo y por mediar contexto de género, pidiendo la condena máxima prevista por el Código Penal: prisión perpetua.

Si bien aún no ha sido publicada la sentencia y fundamentos en el sitio de información judicial de la provincia de Córdoba, la fiscal había fundamentado su acusación en el concepto de que el acusado había planeado todo con frialdad manifiesta. Desdeño que el hecho en que resultara gravemente herida la víctima hubiese ocurrido en una situación fortuita “que se fue de las manos”.

 “No fue un plan a corto plazo, esto es el resultado de una conducta que tenía como finalidad terminal”. “Ese día la golpeó en el mentón y en la cabeza con tres golpes que le causaron el traumatismo de cráneo-encefálico que la llevaron a un coma irreversible”, sentenció. Señalando como agravante que el acusado, “nunca pidió auxilio” ante el accidente, según su defensa, sino que procedió a limpiar la escena del crimen y “trabajó en las sombras durante casi 24 horas”.

La defensa del acusado

“Me atribuyen algo que no hice”, aseguró el acusado en la primera audiencia del tribunal. En ese sentido, mantuvo su postura inicial desde que fuera acusado. Luego, se solidarizó con la familia de la víctima: “Los familiares (de Margarita) tienen toda la razón en reclamar. Los acompaño en el dolor y en el sentimiento. Yo también quiero saber qué le pasó a Margarita. No soy una persona violenta, nunca le hice nada”, aseveró.

En cuanto a las huellas de golpes previos en el cuerpo de la víctima, traumatismos que fueron detallados en la autopsia, alegó dichos moretones eran producto de una caída de la bicicleta que la víctima había sufrido el día anterior a su descompensación.

Por su parte, el abogado defensor, Justiniano Martínez, solicitó al tribunal y a los jurados populares juzgar con la “certeza” de la prueba. “Si no tienen la certeza, no tengan miedo de decirlo y absolverlo“, afirmó el abogado.

Lo inexplicable

Tal como enunciáramos en la anterior nota sobre el tema, resultaba inexplicable que una persona mayor y de activa militancia en favor de los Derechos de la Mujer y otras causas, hubiera sido en definitiva una mujer golpeada que no pidió ayuda.

Por fortuna, la fiscal de Cámara, aportó sobre el tópico: “Margarita Bascuñán Sánchez, cronicó su propia muerte a través de videos, fotos y pedidos de auxilio”, considerando —al igual que la incógnita que planteáramos— que al ser una “mujer empoderada” fue “muy difícil visualizarla en esa situación”.

Señalando que en este contexto, muchas veces el pedido de ayuda “depende del receptor”. “Normalmente, cuando las mujeres son empoderadas y fuertes, la ayuda tarda porque la visión de los que están alrededor es que esta mujer puede levantarse por sí sola“, argumentó.

Aportó, también, dos detalles reveladores: “No encontró eco, al contrario, la hermana del imputado abonó la llegada de esta situación”, por cuanto a que el pedido de auxilio (de Margarita) habría sido hecho a la hermana del imputado.

 También, aseguró, que la víctima intentó escapar: “Todo lo que tenía en su auto hablaba de que estaba preparada para irse, despegar del círculo. Quizás fue esto lo que provocó la discusión que la lleva a la muerte“.