• Rodrigo Yáñez, ex guía de Básquetbol
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Fue una noche especial para Jeremy Lin. La “Linsanity” volvía a New York pero está vez vestido con los colores de los Houston Rockets. Todos los ojos estaban puestos en él, ya que se puede decir que Lin pasó a la historia de los Knicks.

Jeremy Lin la anterior temporada tuvo la mejor actuación que ha tenido un jugador en sus primeros 5 partidos como titular y donde parecía que el cielo era su límite. Quienes pudieron ver esa racha fenomenal se dieron cuenta que estaba tocado por una varita mágica donde todo balón que pasaba por sus manos se convertía en oro.

Anoche fue el turno de volver a casa y enfrentar a los suyos. La ocasión del Madison Square Garden fue tremenda al momento de presentarlo como el base titular y Jeremy Lin no defraudó.

Los Houston Rockets quitaron el invicto a los New York Knicks en casa donde habían conseguido ganar sus 10 partidos como local y los vencieron 109-96. Sin Carmelo Anthony, Amare Stoudemire ni Rasheed Wallace, los Knicks no pudieron brillar desde la línea de tres puntos como es de costumbre.

Por los Rockets, James “la barba” Harden se fue hasta los 28 puntos y 10 rebotes mientras Jeremy Lin marcó 20 puntos y 8 asistencias.

El argentino Pablo Prigioni hizo su máxima anotación en lo que va de temporada con 14 puntos, quizás ayudado por las nuevas zapatillas que le regaló el excéntrico director de cine y fanático número uno de los Knicks, Spike Lee, ya que Prigioni estaba ocupando zapatillas de color blanco, morado y oro, colores que representan a los Lakers.