Carrie Fisher siempre fue muy abierta respecto a su vida y a la larga lucha contra las adicciones que dio desde muy joven. Su deceso el 27 de diciembre de 2016, a los 60 años, se debió a un paro cardíaco, pero hoy se han conocido detalles oficiales de la autopsia.

Según informó la agencia AP, los forenses encontraron cocaína, heroína y éxtasis en el cuerpo de Carrie Fisher. No han logrado establecer la fecha exacta en que la mítica Princesa Leia consumió estas drogas, pero se estima que fue unos tres días antes de sufrir el infarto que acabó con su vida.

Sin embargo, los expertos no pudieron confirmar que el consumo de  cocaína, heroína y éxtasis haya sido determinante en la muerte de la actriz. La causa oficial del fallecimiento ha sido “apnea de sueño y la combinación de otros factores”, según reza el informe.

Carrie Fisher sufrió un infarto en el vuelo que la trasladaba de Londres a Los Ángeles el 26 de diciembre de 2016 y al día siguiente falleció. Respecto al uso de estupefacientes, su hermano Todd no se mostró sorprendido ya que la actriz tenía un largo historial de consumo, incluyendo drogas recetadas para tratar su bipolaridad.

La protagonista de “Star Wars”, hija de Debbie Reynolds y Eddie Fisher, comenzó a consumir marihuana a los 13 años y LSD a los 21. Ella misma habló de su larga lucha contra las adicciones en sus libros autobiográficos, donde le ponía humor a un drama que padeció hasta sus últimos días.

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