• Fabián Sáez, Ex guía de Cómics
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Foto: El Mercurio

X-Men Firts Class

Si bien este año está cargado de estrenos basados en cómic (Capitán América, Thor, Green Lantern), no son pocos los fans que postulan a X-Men First Class como el gran tapado de la temporada, esa película por la que muchos (me incluyo) no dábamos un peso cuando se dijo que se haría, pero que hoy al ver los trailers, nos deja pensando “mmmm, chuata, se vé harto buena”.

Tras la salida de Bryan Singer (director de las dos primeras películas de los X-Men, para irse a dirigir Superman Regresa), la tercera entrega de la saga bajó el nivel cinematográfico que le había dado éxito y reconocimiento. Bajo el título de X-Men: La batalla final, nos llenaron de efectistas apariciones de cientos de mutantes (faltaba poco para que hasta los camarógrafos tuvieran poderes), pero así y todo a la historia le faltaba peso e hizo que fuera detestada por muchos fanáticos. Bueno, y ni hablar del spin-off de Wolverine, película que definitivamente nunca debió haber existido, y que hizo que mis ojos casi sangraran al verla. Era un hecho, para muchos la franquicia de los X-Men pedía a gritos ser cerrada con candado.

Foto: El Mercurio

X-Men First Class

Pero Fox sabe que negocios son negocios, y que las películas basadas en superhéroes son todo un éxito comercial. Y así fue que decidieron jugársela por el joven director Matthew Vaughn para pegarle una buena sacudida a la saga de los mutantes, y ofrecer algo nuevo, fresco y que, por cierto, recaudara millones de dólares. Vaughn es un comiquero neto, y en su carrera como director cuenta la adaptación del cómic de Neil Gaiman, Stardust (con Robert de Niro y Michelle Pfeiffer), y la exitosa adaptación del ultraviolento (y ultrabuen) cómic de Mark Millar y John Romita Jr., Kick-Ass, peliculaza que lo catapultó a la fama y que fue la causa de su nominación a este proyecto.

Pues bien, X-Men First Class es una precuela, y como tal nos narra la historia de la primera generación de mutantes, por allá por los años sesenta. Pero el foco no está centrado en toooodos los mutantes y cómo llegaron a ser tales. No. Se centra en la historia de unos jóvenes Charles Xavier y de Erik Lehnsherr, el Profesor X y Magneto, respectivamente, en el origen de su amistad y también en el de su antagonismo. Y es que, claro, mientras Xavier (el psíquico más poderoso del mundo) quería instruir a los mutantes a usar sus habilidades para defender a los humanos, Magneto (capaz de manipular a su antojo todos los metales) los convencía que eran la evolución de la raza humana: El Homo Superioris. A esto, sumémosle que los mutantes eran víctimas de bullying de parte de los humanos: Los mutantes eran los freaks… los raros… los despreciados. Este siempre ha sido el conflicto triangular de los X-Men: Mutantes buenos que protegen a los humanos, humanos que desprecian a los mutantes en general, mutantes malos que atacan a los humanos. El origen de este conflicto es el que se narra en esta película.

En la película además podremos ver a otros mutantes como Mystique, Bestia, Nightcrawler, Emma Frost, entre muchísimos otros. Creo que de verdad la película tiene buena pinta, no por ver tanto mutante junto, no por las escenas de acción, no por la música, si no que por el conflicto entre estos dos jóvenes poderosísimos, que se veían tan similares el uno al otro, y que por tener puntos de vista diametralmente opuestos, terminan siendo enemigos. Se respetan, se ven como iguales el uno al otro, pero están en bandos distintos, y para el pesar de cada uno de ellos, su ex amigo está en el bando opuesto, y no piensa moverse de él, aunque haya una guerra de por medio.

En Chile, el estreno está fijado para el 2 de junio. Sin embargo, podremos verla antes, en la premiére mundial que se llevará a cabo en la Comic Con Chile, el 20, 21 y 22 de mayo, en la Estación Mapocho.