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Amar Bharati: el místico indio que lleva más de 45 años con un brazo arriba

Conozca la historia del indio Amar Bharati, el hombre que lleva 45 años con el brazo apuntando al cielo.

Aunque parezca increíble, este hombre que vive en India emula la historia bíblica de Moisés, aunque su motivo de adoración es el dios Shiva.

Amar Bharati lleva más de 45 años con su brazo derecho apuntando al cielo. Vestido como un monje y portando el tridente Trishula, que identifica a los seguidores de este dios, desde 1970 este hombre comenzó a llevar una vida marcada por la penitencia y la austeridad, renunciando a todos los placeres terrenales para así alcanzar la iluminación.

Amar-BharatiEn 1973, decidió llevar su penitencia más allá y mantener su brazo levantado, lo cual le valió intensos dolores y atrofia muscular.

El diario español ABC cuenta su historia y señala que según relata la Biblia en el libro del Éxodo, los israelitas fueron atacados en su travesía por el desierto por los amalecitas.

Ante esta situación Yahvé prometió a Moisés que si mantenía sus brazos en alto, Israel tendría la victoria. Cuando los brazos eran alzados los israelitas estaban en ventaja; cuando los bajaba eran los amalecitas quienes ganaban.

De este modo, dado que sus brazos se cansaban sentaron a Moisés en una piedra y sosteniendo sus brazos en alto lograron que Israel venciese a sus atacantes.

En India el sadhu o santón Amar Bharati tiene una historia parecida, pero llevada al extremo, ya que lleva más de 45 años con su brazo derecho apuntando al cielo.

Hasta 1970 este hombre indio llevaba una vida corriente, tenía familia y trabajo. Sin embargo un día; y por razones que se desconocen, decidió cambiar de vida dejándolo todo para adorar al dios Shiva.

Vestido como un monje y portando el tridente Trishula, que identifica a los seguidores de este dios, comenzó a llevar una vida marcada por la penitencia y la austeridad, renunciando a todos los placeres terrenales para así alcanzar la iluminación.

Sin embargo, pensó que no se liberaba de los placeres terrenales como quería, así que decidió llevar su penitencia un paso más allá, manteniendo su brazo derecho apuntando al cielo. Así que desde 1973, cuentan que ha estado ininterrumpidamente, día tras día, con su brazo en alto.

Los terribles dolores sufridos en un principio dieron paso a una atrofia muscular del miembro que permanece desde entonces en dicha postura.

Pese a las consecuencias físicas que ha traído para Bharati esta singular penitencia, algunos ascetas han seguido su ejemplo y alzan su brazo para pedir la paz o seguir sus propias motivaciones religiosas.

 

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